La obra más polémica de la administración del gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, fue finalmente inaugurada hoy en Cancún, luego de casi año y medio de concluidos los trabajos de construcción, una andanada de críticas respecto a la opacidad que caracterizó su proceso constructivo e irregularidades detectadas por la Auditoria Superior de la Federación (ASF).

Se trata del llamado "Auditorio del Bienestar", un enorme recinto de espectáculos, en el que pueden desarrollarse eventos deportivos, culturales e incluso de charrería, para el cual se invirtieron 245 millones de pesos. Es similar al auditorio edificado en Nayarit, pero es más grande que éste y está habilitada para presuntamente soportar el embate de un huracán.

Con capacidad para 12 mil personas -8 mil sentadas en gradas y 4 mil en sillas movibles- el auditorio es un edificio techado, cuya estructura de acero y concreto abarca nueve mil metros cuadrados en un predio localizado en el bulevar Luis Donaldo Colosio, entre el Centro Estatal de Alto Rendimiento (CEDAR) y el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT).

Si bien el proyecto contemplaba un estacionamiento con capacidad para cuatro mil vehículos y 20 autobuses –lo que se presupuestó dentro de los costos de la obra en su primer etapa- no cumple con esa condición, porque el gobierno del estado lo dejó para una “segunda fase”, de acuerdo con el dictamen de la ASF, fechado el 17 de diciembre del 2015 y consultado por EL UNIVERSAL.

Discreta inauguración de ostentosa obra

El acto de inauguración de la obra, calificada como el emblema de la administración borgista, distó mucho de la grandilocuencia de eventos similares, realizados durante los cinco años de gobierno del mandatario estatal.

No hubo acarreados, ni asistieron invitados especiales; no estuvieron legisladores locales, ni federales o delegados de las dependencias públicas. Tampoco empresarios.

Ni siquiera el partido ofrecido por los equipos del América y el Cruz Azul -como parte de la apertura del recinto- logró atraer a la población, la cual fue convocada a través de anuncios transmitidos en el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS), para disfrutar del encuentro deportivo.

Estudiantes de bachillerato fueron llevados al auditorio para presenciar la justa deportiva y ocupar los asientos. La mitad de las gradas lucía vacía.

Borge Angulo arribó con retraso al acto protocolario, junto con el alcalde de Cancún, Paul Carrillo. Sin discursos, ni mensajes, cortaron el listón y develaron la placa, en menos de 10 minutos. Luego se adentraron al edificio para atestiguar 20 minutos del partido de futbol.

Niega Borge irregularidades

Al abandonar el recinto, el aún gobernador, cuyo mandato concluye el próximo 25 de septiembre, se dijo contento por la inauguración de la obra más emblemática de su administración y rechazó que el atraso de un año para abrirlo, tuviese que ver con desperfectos de la estructura o irregularidades en su construcción y financiamiento.

“Estoy contento aquí, con el Auditorio del Bienestar, que se inauguró hoy con este partido entre jugadores del América y el Cruz Azul; un auditorio que tiene capacidad para 12 mil personas, muy bien estructurado y, desde luego, con todas las normas de seguridad.

“Todo eso que especularon varias personas, malintencionadamente, de que estuviera mal construido, eso nunca estuvo. Estábamos buscando –como bien dijo el secretario (Fernando) Escamilla, buscar las variantes de que se le pusiera climatización; eso implicaba más gastos y costos de operación, por eso no siguió el proyecto incrementándose”, argumentó.

Borge añadió que el Auditorio es una obra “importante”, que permitirá la realización de espectáculos, eventos deportivos, culturales, convenciones e incluso ferias de charrería.

El secretario de Infraestructura, Fernando Escamilla, consideró que el mega edificio es la obra “la más importante” de la administración.

Atraso de obra incrementó gastos de mantenimiento

De acuerdo con el contrato CEE-OP-026/14, que el gobierno del estado, firmó, a través de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), con FDL Constructora, el 10 de diciembre de 2014, el costo de la mega obra fue de 244 millones 769 mil pesos, provenientes del Ramo 23.

Los trabajos se desarrollaron del 11 de agosto del 2014, al 31 de marzo del 2015, tiempo récord, tomando en cuenta que el Hospital General que sustituirá al actual –rebasado en capacidad y atención- tiene más de cuatro años construyéndose y aún no está listo.

El mandatario comentó hoy que el Hospital lleva un 99 por ciento de avance y que esperan que la agenda del presidente de la República, Enrique Peña, le permita asistir a la inauguración.

Si bien la construcción del auditorio culminó en marzo del 2015, hasta hoy comenzó a funcionar y se entregó la obra.

Para agosto del año pasado, el atraso ya había representado “un gasto extraordinario” por concepto del mantenimiento de la estructura, de acuerdo con la ASF.

Auditorio, carece de permisos: ASF

En materia de permisos, el titular de la Sintra, Fernando Escamilla, aseguró hoy que se contaba con todos los permisos para el desarrollo de la obra; sin embargo, una de las primeras observaciones que realizó la ASF, fue la carencia de la licencia de construcción, que compete a la Secretaría de Desarrollo Urbano del ayuntamiento de Benito Juárez, con cabecera en Cancún.

El dictamen de la Auditoria indica que “no se acreditó contar con las licencias y permisos de la obra”, a lo que Sintra le respondió por escrito “que no se tramitó la licencia de construcción por ser una obra municipal y que el gobierno del estado, por conducto de Sintra, construye para el propio municipio de Benito Juárez”.

Pese a ello, Escamilla sostuvo este miércoles en entrevista que desde un principio se tramitó dicha licencia y que el entonces secretario general del ayuntamiento, José de la Peña –actual diputado local- le dio seguimiento al tema.

La ASF observó que tampoco se tramitó la autorización de impacto ambiental, a lo que Sintra respondió por escrito que sí contaba dicha autorización y con el cambio de uso de suelo en terrenos forestales, expedidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), desde 2012, debido a que se ingresó una misma solicitud para tres predios: El CEDAR, el CRIT y lo que sería el Auditorio.

En contradicción con esa información, la asesora ambiental del gobierno del estado –no se especifica su identidad- dijo a la ASF que no requirió ni del cambio de uso de suelo, ni de la autorización de impacto ambiental (que se supone que tenían desde 2012), porque la zona ya estaba impactada y desmontada, al ser una sascabera (banco de extracción de material pétreo).

Hoy, Escamilla reforzó lo anterior, al decir que no se tramitó la autorización de impacto ambiental, porque “no era necesario”, debido a que la zona “ya estaba impactada”.

Para la ASF, el proyecto carece de permisos ambientales y urbanos, pues el gobierno del estado sigue sin comprobar ni fundamentar, a través de las autoridades competentes, la existencia de autorizaciones, ni ha exhibido documentos que acrediten que por la naturaleza de la obra y el estado del predio, el proyecto quedaba exento de permisos.

Incluso, se indica que el escrito de la “Asesora Ambiental” del estado, “carece de validez” y exhorta al gobierno del estado a iniciar procedimientos de responsabilidad por actos y omisiones por parte de funcionarios que debieron tramitar los permisos correspondientes, sin cumplir con ese requisito legal y que ordenaron el inicio de los trabajos de construcción, sin esas autorizaciones.

El titular de Sintra también rechazó que el edificio padezca deficiencias estructurales o que pueda hundirse por el peso o inundarse, debido a las condiciones del terreno, su ubicación y una mala cimentación.

cfe

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