Monterrey.— El sacerdote José Manuel Guerrero Noyola, párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Merced del municipio de Cadereyta, presentó el lunes pasado una denuncia ante el Ministerio Público por amenazas de muerte que recibió a través de llamadas telefónicas.

El Padre Chemita —como es conocido por la comunidad— se ha destacado por su actividad en defensa de los campesinos de Cadereyta desde agosto de 2014.

Ese año el sacerdote encabezaba la ayuda para los afectados por el derrame de hidrocarburo que contaminó 9 kilómetros y medio del Río San Juan, principal afluente de la Presa El Cuchillo, y unos 18 kilómetros de una acequia ejidal, que abastecía con agua tratada a unas 400 hectáreas de naranjos y hortalizas.

Asimismo, el párroco se ha sumado en apoyo a las causas en defensa de los derechos humanos, y ha participado en el movimiento que se opone a la construcción del proyecto Monterrey VI, mediante el cual se busca traer agua del río Pánuco a la Zona Metropolitana. Recientemente fue designado integrante de la Comisión del Medio Ambiente de la Arquidiócesis de Monterrey.

A raíz de las amenazas que recibió mediante llamadas telefónicas, Guerero Noyola pidió garantía para su seguridad personal a la administración municipal de Cadereyta, al gobierno de Nuevo León y al gobierno federal. Diversos colectivos y ciudadanos en general le han manifestado su apoyo y solidaridad a través de las redes sociales impulsando la campaña Todos somos Chema.

El Padre Chemita asegura que las amenazas las comenzó a recibir desde hace varias semanas; sin embargo, les había restado importancia, pero, la situación le preocupó después de que recibió llamadas telefónicas con amenazas de muerte.

Ayer ofreció una conferencia después de presentar la denuncia donde lo acompañaron activistas civiles. El cura señaló que tiene temor pero, aseguró, que no se acobarda.

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