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Guadalajara

Al permitir la explotación de la energía geotérmica en áreas naturales protegidas, la reforma energética aprobada en 2014 ha puesto en riesgo al Bosque La Primavera, principal pulmón y regulador del clima del Área Metropolitana de Guadalajara, declarado hace una década como reserva de la biosfera por la Unesco.

El 22 de julio de 2015, tras realizarse la Ronda Cero en Geotermia, la Secretaría de Energía (Sener) entregó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una concesión de explotación en el área de Cerritos Colorados —una de las cuatro zonas núcleo de este bosque de más de 140 mil años de antigüedad— y 13 permisos de inspección en Jalisco, uno de ellos en Las Planillas, otra de las áreas núcleo de La Primavera.

Arturo Curiel Ballesteros, académico de la Universidad de Guadalajara e integrante del Comité Científico creado para la protección del área, señaló que las zonas núcleo de un espacio natural protegido son fundamentales para conservar su biodiversidad, por lo que este tipo de proyectos ponen en grave riesgo su equilibrio; recordó, además, que las exploraciones anteriores de la CFE en La Primavera han causado daños irreversibles.

“En dos de las cuatro zonas núcleo están proyectos de la Comisión Federal de Electricidad, inclusive hubo daños de carácter irreversible porque en una de ellas los únicos géiseres naturales desaparecieron; realmente son presiones que pueden ocasionar la pérdida de dos de las cuatro áreas, el problema es el proyecto de geotermia en el Bosque La Primavera”.

En la solicitud de información 1816400146715 consta que la CFE ha catalogado como “parcialmente reservada o confidencial” la ubicación y el tamaño de las áreas que tiene en concesión para explotar y explorar yacimientos de energía geotérmica asignados en la Ronda Cero; sin embargo, los permisos y concesiones otorgadas abarcan casi una quinta parte del área natural protegida, según el Comité Científico de la arboleda.

“El espacio que tiene la Comisión Federal de Electricidad para explorar y para perforar, y hay que decir que a diferencia de lo que ocurre con las exploraciones de petróleo, que fueron suspendidas para las zonas naturales protegidas, en el caso de las perforaciones para geotermia están permitidas, entonces el área que tiene la Comisión Federal para hacer estas perforaciones es de 6 mil hectáreas dentro de las 30 mil 500 originales que tenía el decreto [de protección]”, afirmó.

En noviembre de 2009, durante el VIII Congreso de Tecnología Ambiental, el biólogo Felipe Rodrigo Cervantes, entonces jefe del Departamento de Prevención de Impactos Ambientales de la Gerencia de Proyectos Geotermoeléctricos de la CFE, presentó el Proyecto de Aprovechamiento Geotérmico en el Bosque La Primavera, donde se explica que desde los años 70 se inició la exploración en Cerritos Colorados y entre enero de 1980 y marzo de 1989 “se construyeron en total 13 plataformas y presas de lodos, alrededor de 13.5 kilómetros de caminos de acceso y se perforaron y construyeron 12 pozos geotérmicos”.

De acuerdo con las estimaciones de la CFE y las empresas japonesas JICA y West Jec, el yacimiento detectado en la zona podría producir 75 megavatios. A finales de 1989, las autoridades ambientales federales obligaron a la CFE a suspender el proyecto por los daños causados en la zona y se inició un trabajo de “remediación” y, tras una serie de trámites ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en 2008 se autorizó echar a andar la primera fase del proyecto en la mesa de Cerritos Colorados, que produciría 25 megavatios de energía.

El informe Evaluación de la Energía Geotérmica en México, realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, en mayo de 2011, estima que en la zona de Las Planillas —el segundo espacio núcleo de La Primavera en el que se permite la exploración geotérmica— se podrían generar hasta 83 megavatios de energía y —según Curiel Ballesteros— la CFE busca financiamiento internacional para echar a andar el nuevo proyecto.

Las otras amenazas. El 6 de marzo de 1980 el gobierno federal decretó como Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre 30 mil 500 hectáreas de este bosque, ubicado en los municipios de Zapopan, Tlajomulco y Tala, al poniente del Área Metropolitana de Guadalajara; sin embargo, la presión que ejerce la ciudad lo mantiene en riesgo constante.

Sandra Valdés, integrante del Comité Ciudadano de esta área, sostiene que la arboleda se encuentra en “estado crítico” y es necesario crear un plan de emergencia. “Se necesitan acciones contundentes, porque seguimos viendo fraccionamientos que siguen creciendo hacia el bosque. Aún observamos carreteras que cortan los corredores biológicos, seguimos viendo proyectos como el de la geotermia en el corazón del bosque”, señaló.

Los cálculos del comité establecen que en los 36 años de existencia de la declaratoria de protección del gobierno federal, el número de amenazas hacia el área natural se ha multiplicado, principalmente por intereses privados. Un ejemplo de lo anterior es que no se han establecido zonas de amortiguamiento y transición en torno al área natural protegida, lo que ha permitido que se construyan proyectos inmobiliarios como la Villa Panamericana.

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