La exhumación de los 116 cadáveres de la fosa común de Tetelcingo, municipio de Cuautla, esta suspendida debido a que el rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez y familiares de víctimas, rechazan el uso de máquinas de trascabo con “mano de chango” para cavar la fosa. El comienzo de los trabajos estaban previstos para las 06:00 horas.

El rector acusó a la Fiscalía de incumplir con el compromiso de construir canaletas para el desagüe del lavado de los cuerpos, dotar de agua, instalar carpas y plantas de luz. “Ese no es un trato digno para las víctimas”, sostuvo el rector luego de pedir vía telefónica al secretario de Gobierno, Matías Quiroz Medina, acudir al sitio porque en caso contrario “se radicalizaría la situación”.

En Cuernavaca el Fiscal General del Estado, Javier Perez Durón, anunció podría cancelar la diligencia porque el protocolo no ha sido respetado por las familias de las víctimas, y expuso la exhumación se ha retrasado porque los familiares de las víctimas se niegan a abandonar el área de trabajo de los peritos, lo que constituye el primer círculo de seguridad.

Abimelec Morales Quiroz, coordinador del equipo técnico pericial de la UAEM, explicó que en su experiencia para sacar los cuerpos de la fosa, que mide 3 metros por 6 de largo y 5 de profundidad, requiere del uso de un trascabo con las puntas revestidas a fin de no dañar los restos humanos.

La protesta de los familiares de las víctimas comenzaron cuando personal de la Fiscalía cubrió los costados de la carpa colocada sobre la fosa para evitar la exposición pública de los cuerpos, cuyos registros de levantamientos datan de 2010, 2011, 2013 y 2013.

Pero las autoridades universitarias apelaron a un supuesto acuerdo con la PGR, la Comisión Nacional de Seguridad, la CNDH y la Fiscalía para permitir el acceso a medios de comunicación.

“En un afán de realizar el proceso con toda transparencia, se exigió que la carpa permaneciera abierta, respetando los perímetros a lo que se opone la fiscalía, violentando otro de los acuerdos”, dijo un rector iracundo porque en su opinión la Fiscalía pretendía “reventar” la diligencia.

Sin dar detalles de un protocolo adecuado para la exhumación, el rector criticó que las autoridades colocaran un manteado “como si se tratara de una barbacoa de pueblo” y  llevaron un trascabo “como si fueran a sacar piedras”.

Hasta el medio día no había acuerdos entre las partes y los familiares de las víctimas, respaldados por el rector, ya pedían la presencia del gobernador Graco Ramírez, del secretario de Gobierno y el Fiscal, Javier Pérez Durón.

afcl

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