Con una ceremonia maya de consagración a la Madre Tierra, el candidato a la gubernatura de Quintana Roo por la coalición PAN-PRD, Carlos Joaquín González, pidió permiso hacia los cuatro puntos cardinales para abrir y proteger “de malos aires” su campaña.

Reunidos en el Parque de Las Palapas, en el centro de Cancún, seis nativos de comunidades mayas, como Señor, en el sur del estado, oficiaron la milenaria ceremonia Jets Lu’um, que significa “Calmando la Tierra”, para pedir su protección y evitar “los malos aires” durante los dos meses que durará la campaña, explicó Eduardo, uno de los H’Meen, como se conoce a los abuelos sabios de una localidad maya.

Entre el tenue aroma del copal, el sonido del violín y las ofrendas depositadas, entre flores y pozol –bebida hecha de maíz y miel- el ritual comenzó en el primer minuto de este domingo, ante más de mil personas, quienes escucharon decir a Carlos Joaquín que más de un millón de pobladores del estado vive en un paraíso que no disfruta, debido a las profundas desigualdades en oportunidades y en la distribución de la riqueza que genera la entidad, considerada una potencia turística en México.

Ahí, acompañado de su familia, de integrantes de los partidos que lo postulan como Carlos Sotelo, del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Demián Zepeda, secretario general de Acción Nacional (PAN); y de diputados y dirigencias locales de ambas fuerzas políticas, enumeró algunas de sus primeras propuestas.

En materia económica, Carlos Joaquín reiteró la necesidad de diseñar una estrategia para sanear las finanzas públicas, a fin de transparentar los recursos y contrarrestar “la terrible deuda que nos dejan”, que alcanza los poco más de 25 mil millones de pesos, lo que implica que cada quintanarroense deba 16 mil pesos en promedio.

“Vamos a cerrarle el paso a la corrupción; vamos a cerrarle el paso a la impunidad. Vamos a abrir las puertas para dar transparencia, con penas severas, con el fomento a la denuncia y a la protección de los denunciantes.

“Y quien deba, que tema, porque vamos a revisar hasta el último centavo en Quintana Roo”, advirtió.

Subrayó que es momento de actuar para llevar al estado, a la necesaria transición democrática, dejando atrás “el pasado de corrupción e impunidad, que deja dinero a sólo unos cuantos, que sólo permite que algunos pocos, cuantos (sic) se lleven los ingresos y los recursos de todas las familias quintanarroenses. Basta de robarle al pueblo de Quintana Roo”.

Entre las propuestas que planteó, está el desarrollo de programas de autoempleo para la juventud, aprovechando las incubadoras de negocios en las universidades; la disminución de trámites para abrir negocios en la entidad, para que el proceso sea sencillo y transparente, sin prestarse a la corrupción, como sucede actualmente, cuando los emprendedores tardan hasta 48.5 días para iniciar su empresa. “Qué vergüenza”, dijo.

Habló del diseño de un modelo integral de seguridad para reducir los índices delictivos, profesionalizar a los cuerpos policiacos y combatir la impunidad.

En el área social , prometió programas de educación, capacitación y atención para disminuir la violencia doméstica y “evitar ocupar los primeros lugares en suicidio y embarazos en adolescentes; para evitar la violencia sexual que aqueja especialmente a las mujeres y a las niñas”.

Se instrumentará un plan integral para la recuperación y conservación de recursos naturales, que abarque la superficie vegetal y las playas, que no sólo constituyen el principal atractivo turístico, sino la protección natural contra huracanes.

“Para que esto sea una realidad tenemos que lograr la alternancia; para que los gobernantes de cualquier partido sepan que no tienen comprado su futuro, que no pueden aprovecharse del poder para su beneficio en lugar de servir a la gente y trabajar con honradez.

“La alternancia le va a hacer bien a Quintana Roo. La alternancia, le va a hacer bien a todos”, dijo, al reiterar que es abanderado del “cambio con rumbo”.

“No queremos más de lo mismo; los mismos candidatos, los mismos grupos (…) no podemos seguir en sentido equivocado”, sostuvo, quien pertenece a una de las dos familias que se disputan el poder político del estado: Los González-Borge y los Joaquín.

El candidato explicó que su recorrido por cada rincón del estado comenzó con una ceremonia tradicional, a manera de “homenaje” a la cultura maya, que ha dado el nombre, la cultura, la historia y el atractivo principal a Quintana Roo.

afcl

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