La Asociación de Hoteles de Cancún (AHC) y Puerto Morelos anunció que respaldarán a la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM), que advirtió que se amparará en contra de la Ley General de Turismo y su Reglamento en el capítulo sobre clasificación hotelera, al considerar que después de siete años dicha ley es “obsoleta, anacrónica” y atiende “al edificio” no las demandas de las y los huéspedes.

El 12 de abril, la AMHM dirigió una carta al presidente de la AHC y Puerto Morelos, Carlos Gosselin Maurel, en la que le indica que se ampararán en contra de la Ley y su Reglamento, para “evidenciar la inconstitucionalidad de las disposiciones que facultan a la Secretaría de Turismo (Sectur), prácticamente a legislar, pues dicha autoridad puede cambiar las Reglas Administrativas cada que así lo determine”.

Los hoteleros reclaman que la Ley General de Turismo, aprobada hace siete años, pero cuyo Reglamento apenas entró en vigor el año pasado, otorga a la Sectur “indebidamente” la facultad de regular el Registro Nacional de Turismo y la Clasificación Hotelera.

“Esto significa que Sectur tiene todo el poder para emitir Reglas Administrativas en los términos que crea conveniente, incluso rebasando el contenido de la propia Ley, así como modificarlas a su antojo. Un ejemplo claro de esto es la ‘clasificación hotelera’”, se indica en la misiva.

Al respecto, Gosselin Maurel informó que respaldarán a la AMHM, pero será decisión de cada centro de hospedaje promover el amparo, lo que significa que no todos los hoteles presentarán la demanda correspondiente.

El líder hotelero explicó que el 80 por ciento de los centros de hospedaje de Quintana Roo cumplen con los estándares de la certificación, pero la Ley y su Reglamento deben atacarse jurídicamente porque ya está rebasada y no responde a las necesidades actuales del sector.

“La clasificación está enfocada en los edificios, no en las demandas de los huéspedes. El problema es toda la Ley, porque Sectur no tiene los elementos, ni los recursos de verificación para certificar, entonces delega en los municipios y Protección Civil, dos de las instancias más corruptas, la facultad de hacer las revisiones”, reclamó.

La AMHM recomendó a sus agremiados ampararse ya y no esperar hasta que se emitan los “Lineamientos para el Sistema de Clasificación Hotelera”, como medida de presión.

“Así se le demostrará a Sectur la unidad del gremio”, se lee en el texto de la carta, en la que se aclara que no se está en contra del Registro, sino de la facultad de la dependencia federal para modificar las reglas “a su antojo, creando incertidumbre entre los hoteleros”.

El siete de abril pasado, la Sectur informó que detuvo la clasificación hotelera, cuyos lineamientos estaban a punto de ser publicados. La dependencia justificó el freno a que no existe suficiente consenso ni comprensión del tema.

El Sistema de Clasificación Hotelera Mexicano (SCH) busca que las y los turistas reciban información objetiva, acerca del servicio que se ofrece en los hoteles y la calidad de su infraestructura para que tomen mejores decisiones al hospedarse.

“Para el turista, conocer con anticipación las condiciones de su hospedaje es un asunto de primera importancia. Ya sea que esté planeando una placentera estancia de descanso o un productivo viaje de negocios, la afinidad entre las características esperadas del hotel y su vivencia puede determinar el éxito o fracaso del viaje”, se lee en el documento que explica las ventajas de aplicar el SCH.

El asignar una estrella a un hotel implica que ofrece sólo lo indispensable; dos estrellas, significa que cuenta con servicios e infraestructura “básicos”; tres estrellas garantiza que las instalaciones son adecuadas, hay un servicio completo y estandarizado, “sin grandes lujos”.

Las cuatro estrellas se alcanzan cuando las instalaciones son de lujo y el servicio es “superior”. Las cinco estrellas se las gana el hotel con servicios e instalaciones “excepcionales”.

Si bien los criterios parecieran subjetivos o discrecionales, se basan en 50 variables, agrupadas en cinco ejes, además de propuestas de valor asociadas a 11 diferentes vocaciones de hoteles (de ciudad, negocios, boutique, cama y desayuno, express, negocios, playa/ vacacionales, centro de ciudad, Hacienda, Reserva, Carretera)

Algunas de las variables que se analizan son el ambiente físico del hotel, personal de servicio, el producto de alojamiento adquirido, la interacción con otros huéspedes, comunicación, entorno y recepción, habitación, alimentos y bebidas, instalaciones, integralidad de servicio entre otros factores.

spb

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