El procurador de Nuevo León, Roberto Flores, explicó porque la mayoría de los reos que murieron en la riña del jueves no estaban sentenciados, “la particularidad de Topo Chico es que es un reclusorio para procesados y no para sentenciados”.

En entrevista con Denise Maerker, el procurador dijo que en Nuevo León, Topo Chico acoge a todos los que estén sujetos a proceso, incluso si un reo recibe sentencia pero se ampara, tiene la posibilidad de seguir recluido allí mientras termina el proceso.

Una vez sentenciados, son enviados a los penales de Apodaca y Cadereyta, indicó el funcionario. Aclaró que es por ese motivo que acusados por delitos menores, como un robo de autopartes, estuvieran en la misma crujía que secuestradores, sicarios y asesinos múltiples.

El conflicto entre Jorge Iván Hernández Cantú, “El Credo” y Juan Pedro Saldívar Farías “El Z27”, comenzó en noviembre del año pasado, cuando Saldívar fue trasladado a Topo Chico desde el penal de Matamoros.

Flores informó que el antagonismo entre ambos personajes escaló hasta desembocar en el ataque frontal y directo que dirigió el “El Z27” contra el “El Credo”, quien gozaba de privilegios dentro del penal.

El procurador de Nuevo León informó que al momento del ataque, “El Credo” estaba con una mujer en su celda, que contaba con un lujoso baño, cama king size y una pantalla de 50 pulgadas.

Explicó que en los videos de seguridad se aprecia cómo a las 11.30 pm, los presos comandados por Saldívar atacan directamente a otros presos en específico. “Es contra ciertos objetivos en particular, no es a granel”.

Sin embargo, los atacantes no lograron llega hasta donde se encontraba Hernández. El fiscal explicó que para las 12:25 de la madrugada, el ataque había concluido.

La pelea dejó 49 presos muertos y 12 lesionados. Por la mañana, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, informó que 233 internos del penal de Topo Chico fueron trasladados a otros penales.

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