La violencia surgida hoy en este penal estatal ubicado en la zona metropolitana de Monterrey, capital de Nuevo León, pone de manifiesto la precaria situación de centros penitenciarios en México.

"Es un penal muy viejo, en condiciones muy arcaicas en temas de seguridad" y "no hay control", reconoció el gobernador Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco", tras achacar el problema a la falta de recursos del estado que gobierna desde octubre de 2015.

Construida en 1947 en las afueras de la zona metropolitana de Monterrey, Topo Chico presenta además un evidente hacinamiento.

El centro cuenta con una capacidad instalada para 3 mil 273 hombres y 362 mujeres, para un total de 3 mil 635 internos, según un informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL) del 2014.

No obstante, al momento de la visita esta organización contabilizó 4 mil 547 reclusos; una sobrepoblación del 22% en el área de hombres y del 53 % en la zona de mujeres.

Además, el centro reprobó en un informe del mismo año de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en garantizar "la integridad física y moral del interno", donde obtuvo una calificación de 4.74, y en "condiciones de gobernabilidad", donde sacó un 4.44 sobre 10.

Ello explica que este macabro suceso no sorprenda del todo en Topo Chico, que en años recientes ha padecido motines y asesinatos entre internos, ataques con armas de fuego, casos de esclavitud sexual entre reclusas e incluso la muerte de varios custodios.

El 27 de septiembre del pasado año, por ejemplo, una riña acabó con la muerte por arma blanca de Mario Alberto Roldán Zúñiga, alias "el Fresa", considerado el cabecilla local de Los Zetas, y once reos heridos.

Los hechos más violentos se desencadenaron entre 2010 y 2012, cuando el recinto padeció medio centenar de atentados con armas de fuego y granadas, doce presuntos vendedores de droga al por menor muertos y siete de sus guardias asesinados, uno de ellos encontrado mutilado dentro de una caja de plástico.

Esta situación en el penal refleja "una crisis de gobernabilidad en los centros", y el número de muertos "tan elevado" una prueba de la falta de organización, dijo a Efe Miguel Sarre, experto en Derecho de Ejecución Penal del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Este jueves comenzó el traslado de 90 reos desde el penal a otros centros penitenciarios fuera del estado, informó el gobernador.

El Ejército fue retirado en agosto pasado de la labor de la vigilancia del penal al vencer un convenio entre Nuevo León y el Gobierno federal, quedando la seguridad en manos de policías estatales, dijo el Bronco, quien explicó que ya estaba negociando un nuevo acuerdo.

En este contexto llegará el papa Francisco este viernes a México, en una esperada visita en la que llevará un mensaje de paz ante la violencia del crimen organizado que ha causado miles de muertes y desapariciones desde 2007.

Precisamente, en su último día en el país, el pontífice visitará un centro penitenciario en la fronteriza Ciudad Juárez, en un acto revestido todavía más de simbolismo después de este motín, uno de los más graves registrados en los últimos 30 años.

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