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Cuernavaca, Mor.— El alcalde de Tlaquiltenango, Enrique Alonso, expulsó a la policía de Mando Único y, con el respaldo de un grupo de habitantes, retomó el control de la comandancia, donde pidió a los uniformados policiales sumarse a su proyecto o de lo contrario presentar su renuncia.

Así, el edil desconoció el decreto que emitió el gobierno estatal el 4 de enero para asumir el control de la policía en 15 de los 33 ayuntamientos, por “razones de seguridad”.

Este decreto fue impugnado por el alcalde de extracción perredista, mediante la presentación de una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero los ministros le negaron la suspensión provisional aunque admitieron el recurso para su estudio.

En respuesta, Alberto Capella, comisionado de Seguridad en el estado, anunció que están en proceso dos denuncias penales, ante la Fiscalía de Morelos y la Procuraduría General de la República (PGR), por la presunta comisión de delitos de Alonso Plascencia, al asumir “una conducta violatoria a un decreto que tiene validez jurídica y el respaldo del gobierno federal”, dijo en entrevista.

Comentó que ambas dependencias deberán determinar si el alcalde incurrió en uno o varios delitos.

En un comunicado, el gobierno que encabeza Graco Ramírez informó que la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) “se asegurará que acciones de insubordinación, como las que ocurrieron hoy en el citado municipio, no se repitan”, pues la ley no está sujeta al capricho de nadie.

Advirtió que el gobierno del estado ejercerá las acciones de que dispone para responsabilizar a las personas que hubieren violado el orden constitucional. Dio a conocer que garantizará la seguridad en el municipio.

“Es un exceso”. Para los presidentes del Foro Morelense de Abogados, Pedro Martínez Bello, y de la Barra de Abogados estatal, Alejandro Smith, la expulsión del Mando Único es un exceso y un desacato al decreto.

Ambos consideraron que el alcalde debió esperar el resolutivo de la SCJN respecto a la controversia que promovió contra el decreto.

Hacia el mediodía el edil, cinco regidores y el síndico municipal llegaron a las instalaciones de la comandancia municipal y pasaron lista a los 43 elementos activos.

Enterados de la movilización y de la actividad que realizaría el edil, la Policía Estatal se llevó las armas, vehículos y equipo táctico pertenecientes a la policía del Mando Único.

Por ahora, 37 elementos de la Policía Municipal, aproximadamente, cuidarán de la seguridad de más de 35 mil habitantes de Tlaquiltenango.

Capella señaló que la policía estatal y fuerzas federales ayudarán en las labores de vigilancia en lo que se resuelve el conflicto.

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