De manera notable, el huracán "Patricia" causó pocos daños en México, donde tocó tierra tras convertirse en el más poderoso ciclón jamás registrado en el hemisferio occidental.

A horas de que se internara al territorio mexicano el fenómeno meteorológico, que se ubicaba en la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, se degradó a tormenta tropical. ¿Por qué ocurrió esto?

Expertos en fenómenos climáticos de este tipo explican las razones por las que los perjuicios fueron menores y la razón de que el super huracán perdiera su fuerza:

— La tormenta azotó una zona escasamente poblada, sin golpear directamente la localidad turística de Puerto Vallarta ni la ciudad portuaria de Manzanillo.

"Usted y yo estaríamos teniendo una conversación muy distinta si hubiera pegado de lleno en Puerto Vallarta", declaró Dennis Feltgen, portavoz del Centro Nacional de Huracanes, en Miami.

— El huracán tenía una banda de viento muy angosta. Los vientos de categoría 5 se extendían a sólo unos 25 kilómetros (15 millas) a ambos lados del vórtice, y los que no eran tan fuertes pero tenían fuerza de huracán sólo alcanzaron 55 kilómetros (35 millas).

"Los vientos de categoría 5 de Patricia estuvieron confinados en una franja relativamente angosta... que no abarcó las grandes ciudades", dijo Jeff Masters, director de meteorología en el servicio privado Weather Underground, que provee información climática en tiempo real.

— El veloz desplazamiento del huracán. "La tormenta se movía lo suficientemente rápido cuando tocó tierra —a unos 35 kph (20 mph)-, por lo que los aguaceros no se concentraron en un determinado lugar como para causar las devastadoras inundaciones que hemos visto en anteriores huracanes en México", señaló Masters.

— No hubo ninguna marejada ciclónica peligrosa en la costa, en parte porque "la tormenta aumentó rápidamente de categoría tropical a categoría 5", dijo Richard S. Olson, director del Centro Internacional de Investigación de Huracanes en Miami.

— Las buenas medidas adoptadas en México. "El mecanismo 'advertencia-alerta-evacuar primero-resguardarse después' aparentemente funcionó para limitar las pérdidas humanas a causa del peligro por el componente del viento", señaló Olson.

"Las autoridades locales, estatales y federales parecen haber manejado bien este" huracán, agregó.

¿POR QUÉ SE DEBILITÓ?

— El terreno montañoso debilitó rápidamente el sistema. "El fenómeno se estrelló contra las montañas, lo cual frenó completamente su circulación", agregó.

El ciclón, calificado por las autoridades de superhuracán, se encontró con dos muros naturales; la Sierra Madre Occidental y el circulo volcánico transmexicano.

Con ellos "comenzó a disminuir su violencia", dice Hermes Ulises Hernández, director del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, en el occidental estado de Jalisco.

La cadena montañosa de la Sierra Madre Occidental atraviesa desde el norteño estado de Sonora y hasta las costas de Jalisco y Nayarit, al oeste del país.

Ahí se une con el Eje Volcánico Transversal de México, que inicia con el volcán Colima, en el estado del mismo nombre, y cruza lo ancho del país hasta el suroeste en Veracruz, en la costa oriental.

Ambos sirvieron como un "muro de contención" para el potente fenómeno meteorológico, que finalmente no causó víctimas mortales y dejó afectaciones menores en infraestructura y viviendas de Jalisco, Nayarit, Colima y Michoacán, remarcó el experto.

Aunado a estas dos cadenas montañosas, otro factor que jugó a favor de que Patricia no resultara tan catastrófico, fue, paradójicamente, la fuerza de sus vientos, pues incidió en que el meteoro pasara rápidamente por el territorio mexicano.

"Está claro que era peligroso. (La naturaleza) fue muy benévola con nosotros. De no haber llegado a tanta velocidad se hubiera quedado estancado y hubiera provocado muchos daños", afirmó el especialista mexicano.

ahd/ml

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