Hermosillo.— El procurador Carlos Alberto Navarro Sugich informó que como resultado de los constantes llamados que se han realizado, ayer se presentó a la Fiscalía Estatal otra pareja que obtuvo de manera irregular a un bebé, con lo que asciende a 10 el número de menores que fueron entregados, ilegalmente y mediante un pago, a familias acogientes.

El funcionario señaló que la pareja se presentó para ponerse a las órdenes de la procuraduría y levantar una denuncia por los hechos.

Al igual que en los otros nueve casos que se tienen registrados, explicó, se tomaron las pruebas de ADN al menor y este fue regresado a sus padres adoptivos.

Navarro Sugich añadió que de igual forma que en el caso de las familias acogientes de los otros nueve menores, la procuraduría no ejercerá acción penal en contra de la pareja que se presentó ayer a las oficinas de la fiscalía y quedará siempre abierta la posibilidad de que se lleve a cabo una confronta genética con los padres biológicos.

El fiscal del estado señaló que hasta el momento se desconoce la identidad de los padres biológicos de los niños, debido a que nadie se ha presentado a la procuraduría estatal para reclamar la paternidad.

La Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora inició una investigación el pasado 18 de marzo del año en curso derivado de una denuncia anónima por la probable comisión de los delitos de suposición, supresión, ocultación y sustitución de infante.

Como resultado de dicha investigación se logró identificar a nueve menores que fueron entregados a familias acogientes y registrados de manera irregular.

Asimismo, se giraron órdenes de aprehensión en contra de Vladimir Alfredo Arzate Carbajal, de 30 años de edad, quien se desempeñaba como subprocurador de la Defensa del Menor y la Familia y era encargado de la Línea Protege, creada paradójicamente para denunciar casos de abusos contra infantes, así como de José Manuel Hernández López, de 38 años de edad, quien era su principal cómplice.

Ambos sujetos se encuentran prófugos de la justicia y actualmente existe una alerta migratoria en 189 países para dar con su paradero.

Los niños recién nacidos eran vendidos en cantidades que oscilaban entre los 80 y 150 mil pesos a matrimonios mexicanos, y hasta en 20 mil dólares a parejas estadounidenses.

Los padres sustitutos se convertían legalmente en biológicos al entregárseles el aviso de nacimiento, luego de que eran arrebatados a madres vulnerables en calidad de drogadictas o que eran jornaleras.

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