Un grupo de ex policías, apoyados por sus familiares y amigos, marcharon para exigir al gobernador sustituto, Rogelio Ortega, que se les reinstale luego de haber sido cesados por realizar un movimiento donde pedían mejoras laborales.

La marcha en la que los uniformados gritaban "¡Justicia!, ¡Justicia!", partió del norte de la ciudad, del monumento denominado El Caballito, hacia el Palacio de Gobierno, donde desde el 20 de julio mantienen un campamento.

En total, 32 policías estatales acreditables iniciaron un paro de labores para exigir la destitución del titular de la Secretaría de Seguridad Pública, pago de un seguro de vida, regularización de viáticos, entre otras percepciones; sin embargo, fueron cesados tras ser acusados de desobedecer a la dependencia.

Con pancartas en las que pedían ser reinstalados en sus mismos puestos, debido a que ese grupo de efectivos del estado realizaba tareas de inteligencia en cuestión de narcomenudeo, familiares apoyaron a los uniformados.

Los líderes del movimiento explicaron que ya tuvieron una reunión con el gobernador sustituto, quien les ofreció un empleo temporal por dos meses, pero en área administrativa, lo que no pueden permitir.

"Nuestra protesta es pacífica. Nosotros queremos regresar a trabajar a la Secretaría, pero no como administrativos sino como policías acreditables. El gobernador nos ofrece dos meses de empleo, pero nos quita antigüedad, prestaciones, rango; no lo podemos aceptar", señaló un inconforme.

Mencionó que la inconformidad es real, pues hay muchos problemas al interior de la SSP que con despedirlos no se solucionan.

"No hemos cobrado la última quincena ni las que vienen podremos porque estamos dados de baja, pero no vamos a aceptar liquidación, aunque tengamos muchas necesidades con nuestras familias, queremos reinstalación".

tpc

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