Toneladas de peces muertos fueron halladas y retiradas de las lagunas de las Ilusiones, en Tabasco, y en la de Cajititlán, Jalisco, lo que ha generado un foco de alarma en ambas entidades sin que hasta el momento se conozcan, con exactitud, las causas de este fenómeno.

En la laguna de Cajititlán, ubicada en el municipio de Tlajomulco, unas 40 toneladas de peces muertos fueron retiradas.

El hecho ocurre un año después de una mortandad similar en el mismo cuerpo de agua que derivó en un conflicto político entre el gobierno municipal, emanado de Movimiento Ciudadano, y la administración estatal, de extracción priísta.

De acuerdo con el secretario general del Ayuntamiento, Erick Tapia, este es un fenómeno cíclico provocado por las lluvias y la poca oxigenación en el agua; además, informó, la especie de peces muertos, conocidos como popochas, “ha sobrepoblado la laguna al no tener depredadores naturales”. Sin embargo, estudios científicos elaborados por autoridades de Jalisco en 2014 apuntaron a la contaminación de la laguna como la causa de muerte.

La limpieza de la laguna, que es realizada por más de un centenar de personas, entre empleados del ayuntamiento, pescadores y prestadores de servicios turísticos, continúa y los trabajos podrían extenderse hasta este día.

El caso de Tabasco. En la Laguna de las Ilusiones, en Villahermosa, también se reportó la muerte de más de una tonelada de peces que han sido removidos del sitio por personal de la Secretaria de Energía, Recursos Naturales y Protección Ambiental (Sernapam), siendo está la segunda mortandad en menos de un año.

Esta laguna atraviesa gran parte de la ciudad y es uno de los atractivos que se ofrecen debido a su dimensión, sin embargo, se cree que podría estar gravemente contaminada debido a que a su alrededor está ubicada la zona hotelera y decenas de fraccionamientos que descargan sus aguas negras en ella.

De acuerdo con Germán López Hidalgo, encargado del Áreas Naturales Protegidas de la Sernapam, las lluvias del domingo pasado generaron el desborde de las aguas negras del fraccionamiento Bonanza y estas, al llegar al vaso regulador, inhibieron el oxígeno.

“Son sardinas y el género es astiana que es la especie más vulnerable cuando hay un cambio de la calidad del agua, la temperatura o el PH”, indicó el especialista.

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