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“Es momento de pedir una nueva oportunidad para Acapulco, de demandar solidaridad para que este puerto pueda superar la problemática de violencia y rezago social en que se encuentra”, señaló el alcalde electo Evodio Velázquez Aguirre, quien hizo un llamado al presidente Enrique Peña Nieto para que el gobierno federal, “de la mano de las autoridades municipales”, ayude a sacar adelante a esta ciudad, considerada como la más violenta del país, y la tercera del mundo, sólo detrás de San Pedro Sula, Honduras, y Caracas, Venezuela.

“Traigo voluntad, ganas, capacidad, pero solo no puedo, pues no traigo varitas mágicas, por lo que estoy consciente de que esta es una batalla que debemos librar juntos”, destacó.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Velázquez Aguirre, quien llegó a la presidencia municipal arropado por las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT), dijo estar convencido que “es momento de guardar los temas partidarios, que dividen o que generan diferencias, para buscar la unidad en las acciones que vengan a garantizar mejores condiciones para el puerto”.

Dio a conocer, con base en un diagnóstico sobre la inseguridad en el puerto, entregado a su equipo de trabajo, que la delincuencia organizada ha penetrado “fuertemente” en amplios sectores de la sociedad acapulqueña y dañado el tejido social, “en particular de la zona conurbada y una parte del área rural”, pues es donde hay más rezagos sociales, hay desempleo, existe una carencia de servicios básicos y los índices de escolaridad no son los más adecuados.

“El crimen organizado se ha aprovechado de esas circunstancias, de esta falta de desarrollo social y económico”, enfatizó.

Una investigación hemerográfica realizada por este diario revela que, de enero de 2015 al cierre de julio, se habían registrado 483 asesinatos violentos en el puerto; un promedio de dos ataques al día.

Acapulqueño de nacimiento (1978), Velázquez Aguirre anunció que de frente a esta problemática, a partir del próximo 1 de octubre su gobierno pondrá en marcha políticas públicas “enérgicas”, en las que requerirá de la participación de los gobiernos federal y estatal, así como de la sociedad en su conjunto.

Al reiterar que su gobierno no podrá hacerlo solo, dio a conocer que estará muy activo en la gestión de esquemas de participación y en “el toque de puerta” con organismos internacionales y dependencias federales. “Lo mismo lo haremos con el Banco Mundial que con las secretarías de Energía, Turismo, o Hacienda”.

En este renglón, destacó que entre las acciones que su gobierno pondrá en marcha se encuentra un proceso de depuración de la policía municipal, bajo esquemas usados en otras partes del país, como Mazatlán y Monterrey, donde se han abierto convocatorias públicas para contratar a los elementos de seguridad bajo esquemas más rigurosos y mejores condiciones de trabajo.

“Seremos persistentes en la búsqueda de mejores salarios, diferentes tipos de seguros, créditos para viviendas propias, así como becas para los hijos de los policías”, agregó este economista de profesión, quien durante los pasados comicios superó al candidato del PRI, Marco Antonio Terán, por poco más de tres mil sufragios.

Como ejemplo de la colaboraciónque espera entre los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), destacó que los perfiles del secretario de seguridad pública municipal serán puestos en la mesa por su gobierno para que puedan ser analizados paralelamente por el gabinete federal de seguridad y por el gobernador del estado.

“El tema de seguridad pública lo tenemos que tomar con mucha delicadeza y tratar de que sea un asunto muy consensado por todos”, dijo.

Como otras de las medidas que se llevarán a cabo en materia de seguridad pública, Velázquez Aguirre anunció la instalación en las calles del puerto de cámaras de vigilancia, arcos detectores de matrículas y botones de pánico.

Dijo, sin embargo, que “más allá de la tecnología, habrá un énfasis en lo llamó una política de “blindaje a la sociedad”, con la finalidad de restaurar el tejido social.

En este sentido, dio a conocer la instauración de los “sábados culturales por la paz”, que consiste en realizar actividades esa índole en todas las plazas públicas del puerto, y los “domingos deportivos por la convivencia familiar”, dirigidos a rescatar la convivencia del municipio a través del deporte.

En el tema económico, admitió, por un lado, que el municipio no cuenta con muchos recursos y, por otro, que la deuda que tiene Acapulco es muy elevada, por lo que expresó que su gobierno será austero y eficiente en la administración, además de que “en su momento” buscará reestructurar la deuda. “Haremos los análisis financieros, y tendremos que buscar, junto con mi cabildo, las salidas que daremos a este asunto”, puntualizó.

De acuerdo con estimaciones del ayuntamiento actual, el gobierno de Velázquez Aguirre heredará una deuda de al menos mil 200 millones de pesos por pasivos del gasto corriente, laudos y pagos pendientes a proveedores. Tan sólo los laudos con ex trabajadores, que se han ido arrastrado de administraciones pasadas, suman 600 millones de pesos.

jram

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