Tlaxcala.— La Subprocuraduría de Investigación en Delitos Federales de la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo el caso de la destrucción de la capilla de Santo Cristo, en Vicente Guerrero, municipio de San Pablo del Monte, Tlaxcala.

El martes, autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) denunciaron que la capilla del siglo XVIII fue destruida, hasta sus cimientos, aun cuando se trata de un inmueble considerado monumento histórico de Tlaxcala.

Estaba clasificada de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos; dicha ley especifica que el daño al patrimonio nacional se castigará hasta con 11 años de prisión.

Se pronuncia Comisión de Cultura del Senado. Los senadores del PAN, Javier Lozano y Mariana Gómez del Campo, secretario e integrante de la comisión de Cultura, exigieron una investigación a fondo en los tres niveles de gobierno para conocer quiénes fueron los responsables de la demolición de la capilla del Santo Cristo.

Lozano consideró que fue un “acto de barbarie imperdonable”: “Vamos a exigir que se haga una investigación exhaustiva y que se llegue a las causas de esta locura, de esta gran irresponsabilidad, y que se aplique un castigo ejemplar a quienes cometieron esta tropelía”, dijo en una entrevista telefónica.

Por su parte, Gómez del Campo dijo que además de la denuncia presentada por el INAH, se debe atender el problema, pues México tiene más de 110 mil monumentos históricos que cuidar.

“Es increíble que el gobierno estatal y municipal no estuvieran atentos; una iglesia no se puede destruir de la noche a la mañana”, agregó Gómez del Campo y anunció que la Comisión de Cultura propondrá hacer un extrañamiento al gobernador de Tlaxcala, Mariano González, y contra el alcalde de San Pablo del Monte, porque no dieron cuenta a las autoridades federales de este agravio al patrimonio cultural del país.

Por otra parte, el obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, expresó su “sorpresa e incredulidad” por la destrucción, “sin previo aviso”, de la capilla.

En un breve comunicado, señaló que el padre Juventino Rocha Lima, párroco de la Parroquia San Pablo Apóstol “nunca fue consultado al respecto” y que se enteró de lo sucedido cuando estaban sacando los últimos escombros de la capilla.

En redes sociales, muchos ciudadanos expresaron su indignación. En particular, en el sitio de Facebook El Caballito Conservación donde diversas voces lamentaron esta “nueva atrocidad” contra el patrimonio cultural, y señalaron que muchos sacerdotes olvidan que los recintos que ocupan para el culto son propiedad de la nación. Con información de Sonia Sierra, Alberto Morales, Juan Arvizu y Astrid Rivera

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