El comandante Felipe Gurrola Ramírez, designado por la federación como encargado de la seguridad en el estado, aseguró que fueron “grupos de civiles armados los que atacaron a la autoridad y a otro grupo de civiles” en Ostula, en donde murió un niño de 12 años y cinco personas más, entre ellos dos menores, resultaron heridos con esquirlas de arma de fuego.

Aseveró que “la autoridad actuó siempre apegada a derecho y nunca se agredió a nadie”.

Señaló que el Grupo de Coordinación Michoacán “da la cara ante la sociedad y no actúa anónimamente a través de las redes sociales, como muchos lo han hecho y que no tienen credibilidad; nosotros estamos presentando evidencia”, dijo.

En conferencia de prensa, difundió una serie de fotografías que muestran a hombres armados sin uniformes y un camión del Ejército incendiado. En una se ve a un hombre presuntamente discutiendo con militares.

Admitió que elementos del Ejército realizaron disparos, pero aseguró que éstos fueron hechos al aire “con la intención de disuadir la situación”.

Dijo que “si hubo disparos del Ejército que dañaron a la sociedad, sin duda se harán las investigaciones y se actuará conforme a la ley”.

Mantienen protestas. En Ostula están seguros de que quien asesinó al niño Heriberto Reyes García, de 12 años, fueron soldados que dispararon contra civiles desarmados; también están seguros de que fueron soldados los que hirieron a Neymi Natali Pineda Reyes, de 6 años; a Melesio Cristiano, de 63 años; a Alejandro Antonio Ramos, de 17 años; y a Horacio Valladares, de 32 años.

Los hechos ocurrieron tras la detención de Semeí Verdía, líder de las autodefensas, acusado por portación de armas de uso exclusivo del Ejército.

Germán Ramírez, quien ha sustituido a Verdía, dijo que el ataque ocurrió cuando habitantes de la comunidad bloqueaban en la carretera federal 200 para exigir la liberación del comandante de la policía comunitaria.

Explicó que había tres bloqueos sobre la carretera: uno en el poblado Xayakalan, otro en El Duín y uno más en Ixtapilla; el grupo de soldados que disparó —continúa Ramírez con su relato— pasó violentamente por los dos primeros, pero al llegar al de Ixtapilla abrió fuego contra las personas que estaban en un restaurante a 100 metros del puente bloqueado.

“Ya se estaban yendo los federales y los otros soldados; mataron a un niño. ¿Le parece justo eso? Nosotros no estamos peleando contra el gobierno, hemos peleado contra los criminales y con ellos sí nos vamos a topar de frente; hemos confiado en el gobierno, pero no para que vengan a matarnos”, señaló el comandante.

Indicó que el cargo por portación de armas que se le quiere fincar a Semeí Verdía es absurdo, pues el mismo Ejército validó las armas que portan los comunitarios: “Hace dos meses nos dieron de alta como Rurales y nos dieron un R15 y una pistola 9 milímetros a cada uno”, explicó.

La tarde de ayer, la defensa de Verdía denunció que la intención de la PGR es trasladarlo a un penal fuera de Michoacán, por lo que la comunidad bloqueó la carretera federal 200 a la altura del puente que separa los estados de Colima y Michoacán.

En tanto el gobernador electo en Michoacán, Silvano Aureoles, se reunió con el general Gurrol para conocer los detalles del caso.

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