Una familia integrada por salvadoreño y una hondureña, con una hija nacida en territorio mexicano, llevó a cabo una inusual protesta para pedir ayuda para regresar a Centroamérica, luego de ser víctimas del robo de herramientas de un taller mecánico y mercancías que vendían en una comunidad del municipio de Ángel Albino Corzo.

Con dos años de permanecer en territorio mexicano y con una hija de 22 meses de edad, Marcial Antonio Ramos Vallecillos, 51 años, narró que después de pedir alojamiento en una casa del migrante, en su trayecto hacia Centroamérica, durante dos días, él y su familia tuvo que dormir en los corredores del Centro Cultural Rosario Castellanos, porque “no teníamos dinero para rentar un hotel”.

Explicó que cuando vivía con su esposa e hija en la comunidad Chiquinillal, en Ángel Albino Corzo, sujetos desconocidos entraron a robarles en siete ocasiones,  dinero en efectivo, herramientas, medicinas naturales que comercializaban y enseres domésticos.

El salvadoreño de oficio mecánico, dijo que no le quedó otra opción que pedir ayuda económica para regresar a Honduras, de donde es originaria su esposa, Marta Catalina Ullua, de 33 años de edad, ya que la delincuencia le quitó los deseos de vivir en México.

Pero en su camino a la frontera con Guatemala, se le terminó el dinero y fue entonces que realizó una inusual protesta al colocar cartulinas en los árboles del bulevar, de esta ciudad, con el fin de llamar la atención de los automovilistas y recibir ayuda económica.

Explicó que el Grupo Beta de Protección a Migrantes, les ayudó y trasladó a un albergue, donde solo les dieron alojamiento dos días, por lo que la tercera noche, tuvo que dormir con su esposa e hija en el kiosco del parque central de la ciudad, pero los policías les dijeron que mejor lo hicieran en los corredores del Centro Cultural.

En las cartulinas que el salvadoreño colocó entre los árboles, se leía: “Somos migrantes salvadoreños, hondureños y estamos cansados de andar huyendo por una extorsión (robo) que nos hicieron en Chiquinillal”.

Ramos Vallecillos dijo que en un intento por pedir justicia, acudió al Ministerio Público, de la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en contra de Inmigrantes, Francisco Maldonado Cruz, pero no los quiso escuchar en declaración.

Por lo mismo, reprochó la labor que hace esa dependencia, según dijo al funcionario estatal, le faltó “voluntad para atendernos” y realizar una investigación para detener a los que nos robaron en nuestra casa y negocio.

El salvadoreño, solo desea contar con algo de dinero para regresar a Honduras y “poder sobrevivir con lo poquito de dinero que podamos ganar allá”, porque en México la delincuencia lo obligó a dejar este país.

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