Después de seis días en que civiles armados, que se asumen como policías comunitarios, tuvieran presencia en la cabecera municipal de Chilapa, mandos del Ejército, de la Gendarmería y la Fuerza Estatal acordaron con ellos su retiro.

Las personas, que llegaron el sábado pasado provenientes de 16 comunidades del sur de ese municipio de la región Montaña, se retiraron con la condición de que si en una semana las corporaciones policíacas no capturan al líder de "Los Rojos", un grupo delictivo que comete crímenes en sus comunidades, regresarían.

La Gendarmería colocó un retén cerca del lugar, solo a unos metros del bulevar Eucaria Apreza, donde permanecían los civiles armados después de que desarmaron a 18 elementos de la Policía municipal y protestaron para que se fuera el director de la corporación, Job Encarnación, quien fue relevado el lunes por el oficial Juan Suástegui.

El acuerdo, que se llevó a cabo en el salón California, fue condicionado, según información que un mando del Ejército de nombre Ulises Flores dio a reporteros de Chilapa.

Los civiles armados que ayer aseguraron ser artesanos y piden seguridad en sus comunidades, regresarán a tomar el control de Chilapa si no es capturado "El Chaparro", líder del grupo delictivo "Los Rojos".

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), los civiles se retiraron minutos después de las 14:00 horas, con armas en mano.

afcl/ml

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