La llamada Era de Oro de la televisión es implacable al momento de medir audiencias y decidir el destino de las series. En los últimos seis años se han cancelado más de 700 programas de televisión. Algunos de ellos no han conseguido llegar ni siquiera a los cinco episodios antes de que los canales decidan sacarlos del aire.

En lo que va de este año y la última parte del 2015 se han cancelado 79 shows televisivos. Ya no importa si es comedia, drama, ciencia ficción o  de época: si no consiguen buenos números, simplemente se van de la pantalla.

Incluso las series que en su momento significaron un gran éxito en su momento, han tenido de que dejar su espacio a nuevas propuestas. Por ejemplo, terminó CSI, que tras 15 temporadas y altos índices de audiencias (llegó a obtener hasta 30 millones de televidentes por episodio) su última temporada registró un promedio de seis millones de audiencia.

Ayer fue el episodio final de The Good Wife, otro drama que duró siete temporadas y más de 150 episodios en la pantalla. Llega a su final luego de que su audiencia cayera de 13 a siete millones. La decisión no sólo termina con la ilusión del público estadounidense, sino de otros países.

“Nosotros estamos expuestos a lo que sucede allá. Si no funciona, los números lo dicen. Uno adquiere y apuesta por contenidos que son atractivos y se piensa en que van a funcionar, pero el público es quien decide”, dice Vicky Zambrano, gerente de Warner Channel para América Latina.

Entre 2010 y 2011 se cancelaron 89 shows; en 2011 y 2012 fueron 123; para 2012 y 2013 la cifra incrementó a 169; en 2013 y 2014 hubo una leve disminución y salieron 139 series; mientras que en el periodo de 2014 y 2015 finalizaron 154 programas de tv.

Dentro de esas cifras se incluyen los shows que los servicios de streaming también decidieron dejar de producir. Por ejemplo,  en este periodo Netflix dejó Hemlock Grove y The Fall, ambas después de tener tres temporadas. Amazon dijo adiós a Mad Dogs y Hulu terminó con The Awesomes, también después de tres temporadas.

La paciencia de los canales y productores es cada vez más corta. El caso de Jane Lynch, quien regresaba a la televisión después del éxito de Glee, ha puesto en claro el asunto. Con su serie Angel from Hell, la actriz se quedó con las ganas, ya que Warner sólo le dio el beneficio por cinco capítulos y luego fue cancelada.

No importa el tamaño del protagonista: otro que dejó atrás su sueño de tener su propio show fue Neil Patrick Harris, quien con una producción “cara y sin rating”, recibió la cancelación tras 10 capítulos.  El promedio de temporadas de  “sobrevivencia”, es de tres, lo cuál representa para la época actual un periodo largo, ya que algunas de ellas sólo tienen la oportunidad de terminar una temporada.

Rebasada la línea de las tres temporadas hay más posibilidades de que puedan llegar hasta seis o siete.

“Hay una serie de ofertas que hay para producir, comprar y distribuir. Nosotros escogemos pensando en lo mejor para nuestros fanáticos, pero seguimos dependiendo de lo que sucede en Estados Unidos”, explicó Zambrano. Y es que Warner Channel se quedó sólo con los cinco capítulos de Angel From Hell.

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