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Ginny Hoffman ya tenía muchas ganas de volver a la pantalla chica, donde se hizo famosa hace años por programas Chiquilladas, sólo que se le atravesaron dos acontecimientos fuertes en su vida: el cáncer que le detectaron a su esposo y la pre adolescencia de su hija.

“Estuvimos un poco más pegados en casa pero siempre con la idea de regresar con el apoyo de toda la familia, de mi hija”, dijo la actriz durante la grabación de algunos promocionales de la telenovela Sueño de amor, en la que dará vida a BegoñaMontoya, una mujer muy firme y trabajadora que tiene un pequeño problemita: un esposo que se la vive con sus amigos creando proyectos de trabajo que les duran dos o tres días.

“Es una mujer bastante noble también. Está muy enamorada pero a la vez se tiene que poner muy firme porque a su esposo le cuesta mucho trabajo salir adelante; en cambio ella tiene buen puesto y muchas aspiraciones. Se tiene que mantener en la posición de no regresar con su esposo hasta que él haga algo por recuperarla”.

En la vida real es su hija quien más porras le ha echado en este regreso junto a su esposo.

“Ella está feliz, siempre le platiqué de esto y ella, feliz, es la que más porras me echa, ella y mi esposo”.

También se dijo feliz de trabajar de la mano del productor Juan Osorio, con quien hace tiempo hizo algo de comedia pero no una telenovela.

“Es una necesidad muy grande de estar en esto, de verdad el cansancio ni se siente.

“Desde que regresé al foro todo el mundo está dándome la bienvenida; siento que no me retiré nunca”, contó la actriz.

Respecto a la enfermedad de su esposo, comentó que las noticias son buenas. “Sí fue un cáncer un poco complicado pero vamos por el cuarto año que sale limpio”.

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