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Enrique Vázquez tiene 30 años y sabe que hay algo muy evidente en su persona, “qué está bien pinche guapo” y no sólo eso, es sicólogo, estudia la maestría en terapia familiar y por la noches se convierte en standupero.

Desde hace tres años el joven ha dedicado parte de su tiempo ha crear rutinas cómicas, en donde sigue la parte medular del stand up: hablar de sí mismo de forma graciosa.

“Yo hago mucha referencia a lo que es evidente, que estoy muy guapo, pero en realidad es un juego, porque yo siempre he tenido broncas conmigo, con aceptarme como soy.

“Yo parto de la premisa en la que quiero contarte quién soy cuando estoy en el escenario y de lo que verdaderamente pienso y siento cuando hablo y de las ideas que trato transmitir, y es por eso que la gente conecta con lo que estoy tratando de decir”, dice.

Es así como a través de sus tres décadas de vida ha encontrado la forma de hablar sobre su parálisis cerebral, la relación con los demás y la forma en la que ha vivido con eso.

“Para mí es algo muy gracioso cuando se toca el tema de mi discapacidad, sé que no se nota, pero yo tengo parálisis cerebral, realmente no he usado el stand up como una manera de afrontar o de enfrentar la parálisis cerebral porque para mí, ha sido así siempre. Yo nací con esto.

“He usado el stand up para hacerle ver a la gente que no tiene una discapacidad lo estúpido que a veces se ve tratando a una persona con discapacidad, hago burla de los clichés, de la manera en que no saben convivir con alguien que tiene una discapacidad, realmente el stand up ha sido una forma de hacer conciencia, una manera de ver la discapacidad”, dice.

Vázquez asegura que se ha alejado de la imagen de conmiseración y lástima que las personas suelen tener sobre las personas con discapacidad y considera que este tema aún es un tabú.

“Me burlo de la gente que intenta darme una asistencia que yo no pido y de la gente que me ve como si yo fuera un Superman, y realmente no, porque cada quien tiene habilidades distintas y las explota de la forma que puede”.

Es así como recuerda que alguna vez una chica lo tomó de la mano y lo hizo cruzar la calle sin preguntarle si quería pasar del otro lado.

“La gente se aferra a muchos clichés para vivir tranquilo, y el de la discapacidad es para que tú vivas tranquilo, pero a mí me deja muy mal parado. Y el que se queda tranquilo eres tú, porque la gente cree que necesito cosas especiales, pero yo puedo decirte qué cosas necesito”, expresa.

Hace dos años, Enrique hizo su primera audición para aparecer en un programa Stand Up Comedy que produce el canal de paga Comedy Central. Recuerda que en aquel momento, su selección fue algo épica, porque tuvo que preparar su rutina y subirse al escenario para un programa de tv.

Hacer una rutina de stand up no es fácil. Vázquez explica que para cinco o 10 minutos de show se requieren, al menos, dos meses de preparación.

“Son pruebas y pruebas, es ir a micrófono abierto y probarlas con otros, ver qué no funciona y qué sí, porque hasta el más mínimo gesto es muy importante”, explica.

El stand upero es fan de comediantes como Eddie Murphy y Seinfield, sin embargo, aún no decide si dedicará todo su tiempo al humor, ya que la sicología es algo que también le apasiona y le ha ayudado ha hacer mejor su trabajo como comediante.

Ahora que sale en televisión y participa en los programas de Comedy Central, Enrique Vázquez dice que su suerte con las chicas ha mejorado, pero no sabe cómo tratarlas.

“Llegan, me dan su número de teléfono y yo no sé que hacer, es algo nuevo para mí”, ríe.

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