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Mónica Huarte por fin pudo demostrar que es capaz de abordar textos difìciles, personajes complejos y que la comedia no es el único género que le va bien. Esto lo hizo gracias a la puesta en escena Lobos por corderos, que esta semana estrenó en el escenario de El Cìrculo Teatral. “Era algo que deseaba con toda mi alma, lo pedía al universo ‘ya por favor que me den un personaje dramático’”, cuenta Huarte.

Esta oportunidad llegó de la mano del joven director y dramaturgo Reynolds Robledo, cuando le ofreció dar vida a Bárbara Moretti, directora de un prestigiado colegio que ahora debe lidiar con un problema: la muerte de un par de alumnos por una negligencia de la institución.

Para resolver la situación decide tomar una decisión moralmente cuestionable pues para que el caso no llegue a tribunales, decide ofrecer como compensación de un millón de dólares a cada uno de los padres afectados. Así evitará que demanden a la institución aunque eso también significa que no haya justicia.

“Ella (el personaje) me provocó un par de rechazos la primera vez que leí el texto, el camino ha sido entenderla y justificarla, sí es un personaje cuestionable moralmente. Creo que nunca un personaje me había costado tanto trabajo, terminaba el ensayo y me iba llorando a mi casa porque inevitablemente te cuestionas ¿qué pasaría si yo tuviera hijos y estuviera en una situaciòn así?”.

Mónica aceptó el reto y se integró al elenco conformado por Mariana Garza, Fernanda Borches y Alejandro de la Madrid, que en un primer momento sí la intimidaron en escena.

“Es que están tremendos, los primeros ensayos me sentía como un ratoncillo asustado, pero poco a poco e ido agarrando fuerza para ponerme al tú por tú”.

La prueba. El trabajo de Huarte dio buenos frutos el lunes pasado, cuando lograron que la gente se conmoviera con la historia que los cuatro actores presentaron en el escenario.

La emoción alcanzó incluso a su madrina de estreno, la actriz Arcelia Ramírez. “Es un espectáculo que empieza con muy buena salud, que es un cuestionamiento, es un debate moral, ético, humano finalmente, el público se llevará su tarea.

“Que tenga una magnífica vida este espectáculo, lo deseo con todo el corazón”, fue lo que expresó Ramírez.

Si bien Mónica señaló que no es la primera vez que aborda un papel dramático sobre las tablas, comentó que la gente tiene mucho más presente su trabajo en la comedia.

“Como que de repente nada más conocen una partecita y te meten en un cajón que es nada más comedia y te pierdes de hacer estas maravillas, entonces estoy realmente feliz de hacer esto”, declaró Huarte aún con la emoción tras haber recreado momentos intensos en el escenario.

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