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Juanes es uno de los músicos más queridos de Medellín y eso se nota en las calles, y aun en el Metro.

El cantautor de 44 años, que presentó en su ciudad natal su más reciente producción, Mis planes son amarte, su octavo disco —que es también un álbum visual donde el protagonista de la historia se sueña como un astronauta en un viaje místico pero al mismo tiempo romántico y terrenal—, ofreció una singular presentación que comenzó con un recorrido, acompañado del alcalde Federico Gutiérrez, en Metro y Metrocable (teleférico) hasta la periferia de esta hermosa ciudad entre las montañas, en una zona que, durante los años más cruentos de la violencia desatada por el narcotráfico, la época de Pablo Escobar, era extraordinariamente peligrosa e inaccesible.

Por la tarde, medios e invitados volvieron a subirse al Metro para llegar hasta uno de los talleres que les da mantenimiento, al norte de la ciudad, donde se llevó a cabo la proyección del álbum visual y un concierto en el cual el autor de “La camisa negra” tocó todos sus éxitos, entre los cuales figura una canción que ha hecho suya: “Querida” de Juan Gabriel.

En exclusiva, Juan Esteban Aristizábal, mejor conocido como Juanes, habla sobre el sentido de haber hecho esta presentación, de la importancia de lo social en sus canciones y del influjo que Juan Gabriel, con el que grabó un dueto, ha ejercido sobre su música.

No es usual que el alcalde de una ciudad acompañe a un músico por algunas de las zonas más pobres de la ciudad.

Fue especial lo que hice ayer con Federico Gutiérrez. Fue chévere porque de alguna forma me deja claro que Medellín ha cambiado mucho y se ha ido transformando; que lugares que antes eran muy violentos y casi inasequibles para la gente de la misma ciudad, hoy se encuentran conectados a través de la infraestructura y de la tecnología.

En sociedades como las nuestras, las latinoamericanas, con graves problemas como inequidad, impunidad, violencia y narcotráfico.

¿Qué opinas de Medellín como ciudad ejemplar?

Medellín ha vivido una transformación increíble porque ha pasado por una historia súper violenta, súper dura. Pienso que ese mismo dolor y esa misma violencia que ha tocado tanto a esta ciudad y a nuestras generaciones nos ha obligado a querernos superar y a ser mejores desde todo punto de vista, también como personas. Nuestra conciencia de ciudad ha ido cambiando y de alguna forma es mucho mejor hoy que hace treinta años. Obviamente siguen existiendo problemas porque como vos decís la inequidad y el narcotráfico son cosas que están en todas partes y que son muy difíciles de manejar, pero a pesar de la adversidad Medellín sigue siendo un referente de Colombia y de Latinoamérica por la misma lucha que ha vivido internamente para superarse.

En México estamos muy inconformes con la clase política que tenemos. ¿Cómo le hicieron en Medellín para encontrar estas generaciones de buenos políticos?

Creo que es sangre nueva. Formas distintas de entender la política y la dinámica de las ciudades; gente que tiene realmente ideas y que tiene ganas de cambiar el país. Pienso que eso para nosotros ha sido muy importante, obviamente siempre la política te va a dividir y va a haber gente que no esté de acuerdo, pero es más la energía nueva que hay en las ganas de cambiar y las ideas nuevas que hay con todos estos personajes que han ido transformando la ciudad con mucha fuerza.

En términos musicales tu propuesta se caracteriza por la fusión; sin embargo, tus letras sobre todo han estado dedicadas al amor romántico. Atendiendo al álbum visual, a la película que vimos ayer, y que por cierto inicia en México, ¿no te tienta a explorar otros territorios que tengan que ver más con, digamos, el amor social?

Siento que la parte social ha estado en mi música siempre, pero para mí eso tiene que ser algo muy natural. Es decir que lo tengo que sentir no necesariamente a través de la música: puedo expresar mi interés por lo social a través de la Fundación Mi Sangre (dedicada a la educación a través del arte con especial atención en niños y jóvenes afectados por la guerra en Colombia), donde realmente estamos trabajando con la gente.

En este disco hay una canción que se llama “Actitud”, que es una canción digamos social, pero que no es un panfleto, no es una canción aburridora, sino que por el contrario es optimista. Y yo canto eso porque es en lo que yo creo sinceramente. Creo que la única misión que tenemos que aprender realmente es esa. Lo más importante es amarnos primero a nosotros mismos y después a los demás. Por eso estamos en este mundo tan loco porque se nos olvida eso tan sencillo, tan importante, que es tan esencial.

Tú iniciaste como roquero y has hablado de tu entusiasmo por Bowie, Metallica, pero ayer tu penúltima canción fue “Querida”, de Juan Gabriel, de quien has declarado que es el Elvis Presley de Latinoamérica, ¿dónde encuentras el espíritu roquero de Juan Gabriel?

Para mí en la actitud. Y sobre todo el talento tan inmenso que tenía don Alberto. Cuando yo empecé a planear esta grabación de “Querida” (el dueto con Juan Gabriel, del cual se hizo un video) empecé a ver muchos videos en YouTube de cuando él iba a los programas a cantar en directo en México, con esa voz ronca que parecía que se le iban a reventar las cuerdas con esa pasión tan impresionante y la cantidad de canciones que él compuso para otras personas. En una presentación que tuvo en los Grammy latinos se demoró como 10 minutos en el escenario y yo dije: “Wow, este man es un rock star”, Me pareció impresionante. Tuve el privilegio de conocerlo y eso me llena de mucha alegría.

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