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En el pasado se les relacionó no necesariamente por una amistad sino por la supuesta rivalidad que Alejandro Fernández y Luis Miguel tenían, la cual negaron, por lo que cuando se dijo que estaban en la planeación de una gira en conjunto sus seguidores se emocionaron.

Después de cerca de un año de negociaciones esto no pudo ser posible. La gira que no sucedió comenzaría entre abril y septiembre de 2016, se llamaría Pasión Tour y arrancaría en Las Vegas, para luego brindar el espectáculo por distintas ciudades de México y Sudamérica.

Se había hablado incluso de la grabación de un DVD para dejar inmortalizado el momento.

Mientras que El Potrillo mantenía una apretada agenda de presentaciones, El Sol ha vivido unos meses oscuros que iniciaron tras la cancelación de sus shows por problemas de salud (una laringitis), seguida de la conrmación de problemas de tinnitus (zumbidos en los oídos) y que se agravó con la demanda que perdió en contra de su ex mánager William Brockhaus por 5 millones de dólares.

Todo parecía ser beneficioso para ambos, así que se supo de sus planes en 2015 cuando Alejandro Fernández publicó en su cuenta de Twitter una imagen de un crucigrama con pistas que enlazaba sus carreras. No hubo mucha más confirmación que esa y se pensaba que sería el gran regreso de Luis Miguel tras su ausencia.

De pronto surgió el primer problema. Star Production, quienes representan a Fernández, confirmaron a mediados de 2016 que no habían las condiciones para celebrar la gira, ya que pese a los esfuerzos ambos cantantes firmaron por separado con el promotor los acuerdos preliminares a falta de un contrato formal.

Parecía que todo terminaba allí y de pronto el propio Alejandro dijo que siempre sí. El adelanto del dinero se le dio a Luis Miguel y comenzaron a ponerse de acuerdo sobre detalles, pero todo siguió igual así que la empresa de El Potrillo decidió interponer una demanda a El Sol ante la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México por medio de su abogado.

La rivalidad entre ambos surgió, dicen, cuando Alejandro incursionó en la música romántica y Luis Miguel a la música mexicana. Alejandro ha desmentido en varias ocasiones.

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