Aunque aparecieron algunas gotas de lluvia en el Autódromo Hermanos Rodríguez, pronto se desvanecieron y no fue problema para el Hell & Heaven. Con media hora de retraso, tiempo acumulado desde las participaciones anteriores, desde Holanda apareció Epica de la mano de la cantante Simone Simons, quien movía su larga cabellera rojiza.
Utilizando su poco español para agradecer, también prometieron una nueva visita a la brevedad. Aglutinando a miles, incluyeron en su repertorio temas como "The obsessive devotion", "Originem", "The second stone" o "The essence of silence".
Entre aplausos, Suicidal Tendencies hicieron mover cabezas de un lado a otro con la batería de Dave Lombardo, quien es un ex Slayer. "Levanten las manos", gritó en español Mike Muir, que corría de un lado al otro en "You can't bring me down" y "Freedumb", tras un mensaje personal que le dio su padre, el de nunca mentirse a sí mismo, hacer lo que siente con el corazón y el alma, creer en sí mismo.

ml

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