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El cinematógrafo mexicano Rodrigo Prieto vuelve a trabajar con el director Oliver Stone, quien ahora se vio cara a cara con el presidente ruso Vladimir Putin.

El documental, que se transmitió a través de Showtime en Estados Unidos, se titula Las entrevistas de Putin y consta de cuatro partes.

Por dos años, Rodrigo trabajó con Stone en este documental del cual filmaron más de 20 horas de entrevistas con el líder ruso.

Esta es el segunda de este tipo que Rodrigo filma con Oliver Stone ya que en 2003 hicieron Comandante, en donde entrevistaron al fallecido Fidel Castro.

Además, han colaborado juntos en las cintas Alexander y Wall Street: Money never sleeps.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Rodrigo habla de esta experiencia.

¿Qué significó para ti ser parte de este documental sobre Vladimir Putin?

Una oportunidad única de escuchar las opiniones y comentarios de una figura que ha afectado al mundo de una manera importante. Pude ver las reacciones y sentir la energía del momento fue sumamente interesante. Oliver gusta de hacer cuestionamientos fuera de contexto, preguntas personales que pueden sacar de onda al entrevistado. Es fascinante ver cómo reaccionan personas con un perfil público tan grande a ese tipo de preguntas.

¿Lo habías notado antes?

Lo vi cuando entrevistamos a Fidel Castro en Cuba para el documental Comandante y ahora con Putin. Por ejemplo, Oliver le pregunta al presidente ruso cómo controla su enojo, a lo que contesta Putin que él no es mujer, por lo que puede controlar su humor.

Momentos como ese dicen mucho acerca del entrevistado, a veces más que cuestionamientos políticos tradicionales. Por supuesto, Oliver también indaga con profundidad sobre asuntos políticos sensibles en este momento histórico que vivimos.

Durante el documental, Stone entrevista a Putin en diversas partes que van desde el Kremlin, su casa de descanso y hasta lo acompañan a un partido de hockey, en donde juega un rato.

¿Que impresión te dio Putin como persona?

Es una persona extremadamente inteligente y hábil. Maneja con facilidad datos y estadísticas no sólo de Rusia, sino de la situación de otros países. Sabe que tiene el control sobre la situación y se le nota relajado, siempre con la respuesta adecuada. Para una de las entrevistas, tuvimos que esperarlo seis horas. Y al llegar, tan sólo bromeó que lo hizo para que Oliver pudiese tomar una siesta y descansar de su jet-lag.

Otro día estábamos caminando por el Kremlin y yo iba con la cámara de espaldas para filmar a Oliver y Putin, y de pronto llegamos a unos escalones y él me detuvo para que no me cayera. Esto demuestra que está en todo.

En otra ocasión lo filmamos jugando hockey sobre hielo. ¡Me pareció que sus compañeros siempre le pasaban el puck! Su equipo ganó, claro está, y tocaron “We are the champions” en el altavoz. Muy surrealista.

Vuelves a trabajar con Oliver Stone ¿cómo fue tu experiencia?

Disfruto mucho trabajar con Oliver. Me cae muy bien como persona y me ha tocado vivir experiencias inolvidables con él. Hemos estado juntos en Sudán, Kenya, Etiopía, Israel, Palestina, Cuba, Polonia, Marruecos, Tailandia, Francia, Inglaterra y, ahora, en Rusia. ¡Alucinante! Y nunca deja de sorprenderme. Tiene una energía y entusiasmo que se contagia. Es una persona brillante y con un corazón gigantesco.

¿Qué te deja esta nueva experiencia en tu vida?

Me ha tocado convivir con mucha gente muy distinta en diversas partes del mundo. Esta experiencia me recuerda una vez más que los seres humanos somos muy parecidos en esencia. Las culturas, los modales, la idiosincrasia varía pero en el fondo somos iguales: con miedos e inseguridades y buscando ser queridos, y tener la oportunidad de amar. Mirar a los ojos de “el malo” sin juicios, nos permite ver la humanidad que todos tenemos dentro. Y también cómo todos somos capaces de cometer errores y hasta atrocidades dadas las circunstancias.

De Niro y Pacino. Rodrigo está ahora en Nueva York para preparar la filmación de The Irishman, en donde nuevamente hará mancuerna con el director Martin Scorsese.

Anteriormente con Scorsese trabajó en las cintas The wolf of Wall Street y recientemente en Silence, gracias a este última obtuvo su segunda nominación al Oscar.

“Estoy feliz de trabajar con Scorsese nuevamente. Tener la oportunidad de verlo dirigir a De Niro, Pacino y Joe Pesci me tiene muy emocionado”, comenta el mexicano.

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