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Este año, la compañía del logo rojo llegó a dos nuevos mercados, Japón y España, lo cual le vaticina que para cuando termine el año 2016, la empresa llegará a los 200 millones de usuarios a nivel mundial.

Sin embargo, su acelerado crecimiento hace que algunos analistas no se muestren tan optimistas respecto al futuro de la marca.

Por ejemplo, Michael Pachter, analista de la consultora Wedbush Securities, dice que Netflix es una “gran bomba de tiempo”, ya que su flujo de efectivo a finales de 2013, fue negativo al perder 16 millones.

El especialista asegura que Netflix tiene que frenar su gasto o, una segunda opción, elevar sus tarifas, tal y como lo hizo este año cuando anunció su incremento de precio.

La competencia. Esta noción de que Netflix estará pronto en problemas también la comparten algunos directivos de canales de paga, quienes aseguran que además de los bajos costos de contratación dhocan con los grandes presupuestos que tienen algunas producciones como Marco Polo y Daredevil.

César Coleti, vicepresidente de marketing de History Channel afirma que la manera en la que se maneja Netflix será insostenible en pocos años, pues además de ofrecer un extenso catálogo a un bajo precio, el pago por derechos de cada película o serie es muy elevado.

Esto hace que, a su vez, canales como el que él maneja tengan que pagar más por los derechos de algunas producciones, algo que considera desventajoso. “Netflix paga mucho por los derechos y eso provoca que cuando nosotros queremos pagar por alguna licencia nos digan que el precio es superior al que antes manejaban. Sólo porque se dieron cuenta que Netflix paga precios exorbitantes por derechos, es injusto”.

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