Mariah Carey y James Packer se iban a convertir en una de las parejas más poderosas del mundo cuando contrajeran matrimonio, hasta que a finales de octubre se anunció el quiebre de sus compromiso.

En ese entonces se creía que el magnate australiano había terminado la relación debido a las excentricidades de la cantante.

Semanas más tarde, se supo que ese no había sido el motivo, sino que todo se debió a que la diva del pop no quiso firmar un insólito acuerdo prenupcial que presentó su ex novio, el cual fue considerado por Carey como de "mal gusto y ofensivo".

Según informó TMZ, el acuerdo presentado por Packer indicaban que "excepto los regalos de compromiso, matrimonio o cumpleaños y aniversarios, ninguna pieza de joyería o de lujo que cueste más de 250 mil dólares será considerada un obsequio, a menos que esté acompañada de una tarjeta que detalle específicamente por escrito: 'Este es mi regalo para ti'".

Además, se determinaba la cantidad de ropa que Packer le compraría a Carey y que ese vestuario no podía ser usado por la cantante en conciertos o en reuniones de negocio. En ese mismo ítem quedaba en claro que "Mariah se encargará de comprar la ropa de sus hijos". Por otra parte, la intérprete de "Without You" iba a recibir una tarjeta de crédito, sin especificar el monto mensual que tendría. Además, si la diva del pop quería usar el jet privado de Packer, debía ser sólo con la autorización del australiano.

Sin embargo, la cláusula que llevó a Carey a rechazar el acuerdo, debido a que la consideró "ofensiva" fue la que señalaba que "James le pagaría a Mariah, y Mariah deberá aceptar, 6 millones de dólares por año completo de matrimonio, con un tope de 30 millones de dólares". Pese a que fue la cantante la que no quiso firmar el documento, lo que derivó en el quiebre de su compromiso, Carey se encuentra exigiendo a Packer 50 millones de dólares a modo de indemnización, monto que habían acordado que ella iba a recibir en caso de ruptura.

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