Protagonista de "Guten tag, Ramón" agradece nominación al Ariel

La película de Jorge Ramírez-Suárez "Guten tag, Ramón", tiene ante sí la oportunidad de llevarse al menos seis estatuillas en la próxima entrega de los Premios Ariel, entre ellas está la categoría a Mejor Actor para su protagonista Kristyan Ferrer, quien aseguró no estar tan emocionado por ganarse una de estas preseas.

"La verdad es que si te llevas o no los premios, no te haces mejor ni peor actor. Agradezco mucho las nominaciones, agradezco que se haya reconocido mi trabajo, pero ahorita lo que me interesa es seguir generando trabajo. Es muy bonito que la Académica te nomine, yo la respeto muchísimo, estuve nominado hace un par de años por Días de gracia y era una emoción enorme, ahora es distinto, siento la misma emoción pero creo que hay más responsabilidades", declaró Ferrer.

Pero esto no quiere decir que un Premio Ariel le sea indiferente, sino que el actor es muy realista y sabes que tiene frente sí a contrincantes difíciles de vencer. "Tengo una terna complicada, para que digo que no, Juan Manuel Bernal, Óscar Jaenada, Tenoch Huerta, Harold Torres, que son actores que yo respeto muchísimo. A Jaenada yo lo conozco desde antes de Cantinflas y es una bestia de actor, Juan Manuel ni se diga, Harold igual; si me lo llevo o no, pues ya lo decidirán ellos (la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas) y yo sigo trabajando".

Y como los hechos valen más que mil palabras, después de ocho años de ausencia de los escenarios teatrales, Kristyan Ferrer estrenará una obra en el formato de microteatro el próximo 7 de mayo, titulada Dificultades del autor Emilio Carballido, bajo la dirección de Enrique Singer.

"De pronto ya te raya un poquito el cine, me encanta hacerlo y es algo que me quiero dedicar toda la vida, pero no eres dueño del trabajo, depende más de otras personas. En el teatro ensayas y después del estreno pasa a ser tuya, entonces es tu responsabilidad, es jugártela con el público, eso es lo que me gusta. El teatro te nutre muchísimo, es otra técnica que no quería perder, porque llagaba a un punto en que ya me daba miedo hacer teatro porque era un lenguaje que no conocía del todo bien, pero que me daba pie a quererlo descubrir y en su día a conquistar".