Magdas no solo llama la atención por sus bonitas habitaciones y tarifas asequibles; también porque contrata a refugiados.

En Viena hay un grupo de personas que hace un par de años decidió hacer algo efectivo que pudiera ir en ayuda de los miles de refugiados que llegan a Europa escapando de la violencia y la opresión que reina en sus países.

En un principio no sabían muy bien qué hacer hasta que la respuesta la hallaron en un antiguo edificio que alguna vez funcionó como residencia para ancianos y que estaba sin usar desde 2012. La idea era simple: convertir esas instalaciones en un hotel que no solo recibiera a los viajeros, sino también a quienes huían de su país.

El hotel Magdas contrata a personas que llegaron como refugiados al viejo continente. En su equipo hay personas que provienen de más de 16 países y en sus pasillos se hablan más de 27 idiomas. Es reconocido por viajeros de todo el mundo, no solo por su labor humanitaria, sino también por tener precios muy económicos.

A 20 minutos del parque Wien Prater, es considerado un “alojamiento base”, ideal para recorrer la ciudad porque se encuentra cerca de muchos atractivos de la ciudad; a pocos metros del Danubio, por ejemplo.

Dispone de 78 habitaciones, una agradable terraza y zona de asado, una cafetería y un pequeño bar. No hace mucho fue sometido a un trabajo de renovación para hacer más confortable la estadía de sus huéspedes.

Sus dormitorios están decorados con mobiliario reciclado y ninguno es igual a otro. Pero el hotel es mucho más atractivo debido a que su staff está compuesto por refugiados que llegaron desde Siria, Irán o Somalia.

Gabriela Sonnleitner es su administradora y parte del equipo que creó este concepto de hotel humanitario. Explica que si bien su objetivo es cumplir con una labor social, igual se administra como una empresa donde deben existir ganancias para lograr subsistir.

El edificio fue restaurado gracias a aportes de la comunidad e instituciones de Austria. De ahí que el reciclaje de sus muebles fuese una buena alternativa. Los profesores y alumnos de la Academy of Fine Arts Vienna hicieron su aporte y aplicaron el concepto de upcycling (utilizar objetos reciclados para crear otros de mayor valor que el de sus componentes) para una ambientación única y heterogénea.

En sus muros se colgaron puertas con espejos que ostentan bellos bosquejos realizados por uno de los dibujantes de la revista satírica francesa Charlie Hebdo.

“Mantén la mente abierta y encuentra algo único” es el eslogan del hotel, algo que se ha hecho realidad para muchos de sus huéspedes que no dudan en calificar su estadía como una experiencia inusual, educativa y multicultural.

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