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Para Antoni Gaudí, quien nació un 25 de junio de 1852, la naturaleza era su maestra. De ella copió líneas y colores que dieron vida a un imperio arquitectónico: ese que asombra y obliga a preguntarse cómo lo hizo teniendo una salud tan frágil. A este genio, las constantes fiebres reumáticas no lo detuvieron para construir uno de los capítulos más importantes en la historia de Barcelona: el modernismo.

Sus obras insignia forman parte de los recorridos que debes realizar en la capital catalana. Te proponemos tres de ellos. Podrás hacerte acompañar de un arquitecto para visitar la Basílica de la Sagrada Familia o manejar un go-kart en el interior del Parc Güell.

Gaudí sobre ruedas

La Plaza de Cataluña es el punto de salida de la caravana de bicicletas guiada por un arquitecto especializado en la corriente modernista. La ruta pasa por el casco antiguo hasta toparse con la Casa Batlló, la obra más emblemática de Gaudí.

Tanto la fachada como el interior son un lienzo de inspiración marina y mitológica que mezcla en sus muros ondulados vidrio, cerámica, piedra y hierro forjado para simular la piel de un dragón o las grutas del Capitán Nemo en la novela Veinte mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne.

La visita es rápida y también incluye el Museo del Modernismo.

La siguiente parada es la Casa Vicens, el primer proyecto del catalán después de terminar la carrera de Arquitectura. Por el momento solo es posible admirar su fachada mudéjar. En junio, el edificio será abierto al público para conmemorar el 90 aniversario de la muerte de Gaudí.

Las bicicletas nuevamente se ponen en marcha, esta vez hacia la Basílica de la Sagrada Familia con sus torres puntiagudas.

Para 2026 se habrán levantado 13 torres más para sumar un total de 18.

Gaudí se ganó el sobrenombre del “arquitecto de Dios” porque en todas sus obras incluía un elemento que evocaba al Supremo o a la Virgen, y en este templo se dio vuelo.

Dividió la construcción en los tres momentos culminantes de la vida de Jesucristo: su nacimiento (calle Marina), su pasión, muerte y resurrección (calle Sardenya) y su gloria presente y futura (calle Mallorca).

En el interior, los visitantes son guiados bajo las bóvedas sostenidas por pilares en forma de árbol. Para Gaudí, esos espacios debían reflejar un bosque que invitara a la oración.

Añadió tragaluces para que los rayos del sol iluminaran cada espacio. Los vitrales recrean un juego de colores sobre el suelo, donde el grupo de ciclistas se sienta para seguir escuchando la historia de este recinto que no ha podido ver el fin de su construcción.

A toda velocidad por el Parc Güell

Un go-kart amarillo se estaciona al pie de la Escalera del Dragón. Sus dos tripulantes descienden para adentrarse en un mundo de fantasía donde alguna vez se planeó construir condominios para la clase alta de Barcelona, el Parc Güell.

Los visitantes suben hacia la Sala Hipóstila, un conjunto de 84 columnas ornamentadas con flores, hechas de mosaico. En realidad es una tubería que recoge el agua de lluvia y alimenta la fuente del dragón que decora la escalinata.

El auto se vuelve a encender para llegar a la Plaza de la Naturaleza, destinada a ser un teatro, aunque nunca se usó para tal propósito. Su gran atractivo es una banca larga y ondulada que ocupan los turistas para descansar y tomar el sol.

El go-kart para en la Casa Museo Gaudí, donde el artista vivió sus últimos años, atrapado por la réplica en roca de árboles austriacos.

El último suspiro

Esta ruta tiene su morbo. Parte de la intersección entre la Gran Vía y la plaza Tetuán, donde el arquitecto murió atropellado por un tranvía el 10 de junio de 1926.

Desde allí inicia una caminata a la Casa Milà, mejor conocida como La Pedrera. Le llaman así por su parecido a una cantera a cielo abierto. La fachada fue tallada en piedra calcárea y sus balcones de hierro parecen plantas trepadoras.

Pero lo mejor es la azotea: un paseo entre grandes chimeneas con forma de cabezas de guerreros, protegidas por yelmos.

De noche, un espectáculo de luz y sonido hace un viaje por la vida de Antoni Gaudí, con proyecciones de flores y animales.

Antes de salir de La Pedrera es obligatorio subir al desván, una caja fuerte de cristal que conserva maquetas, planos, diseños y fotografías del gran arquitecto modernista.

GUÍA DEL VIAJERO

Quién te lleva

Lufthansa ofrece vuelos redondos México-Barcelona (una escala en Munich) desde: 12 mil 500 pesos, impuestos incluidos. www.lufthansa.com

Dónde dormir

Alma Barcelona. Hotel boutique cercano a la Casa Batlló y La Pedrera. Tarifa: desde 300 euros por noche. www.almabarcelona.com

Airbnb. Habitaciones para dos personas, cerca de la Sagrada Familia, desde 40 euros por noche. www.airbnb.mx

Las rutas

Gaudí Bike Tour: 23 euros por persona, incluye bicicleta y está limitado a 15 participantes. Inicia a las 11:30 horas.

bcnshop.barcelonaturisme.com

GOCAR Tour: 39 euros por dos personas, incluye audioguía en español y snacks. www.gocartours.com

La Pedrera: 15 dólares por persona. El espectáculo de luz y sonido se cobra por separado: 40 euros, incluye una copa de vino. www.iconoserveis.com

Barcelona en línea

www.barcelonaturisme.com

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