Previo al arranque del México Championship se habló mucho de tres cosas: la altura de la capital del país, la dificultad de los greenes y de la comida. Esta última pudo haber sido culpable de la primera baja del torneo, el sueco Henrik Stenson.

El europeo arribó a la ciudad con todo el ímpetu de levantar un trofeo más en su carrera. Pero en el hoyo 11, el monarca de The Open Championship empezó a sufrir dolores estomacales. Tanto fue la molestia que decidió retirarse de la justa.

Algunos jugadores resintieron los 2 mil 250 metros de altura de la Ciudad de México soibre el nivel del mar. El español Sergio García, quien cerró ayer con tres golpes bajo par, comentó que fue todo un desafió mantenerse a un nivel. “Claro que lo resientes. Hay momentos que la cabeza te empieza a molestar mucho y la vista se nubla un poco”.

El ibérico explicó que los descansos formarán parte ya de su estrategia, ya que jugar un Campeonato Mundial con estas dificultades, será todo un desafío.

“Empecé bien y tendré que mantenerme así, no hay de otra”, concluyó García.

Asimismo, Rory McIlroy confesó sentirse desgastado al término de la primera ronda. “No ayuda mucho el comer nada más en el desayuno. También me mantuve despierto hasta las tres de la mañana”, continuó. “La altura sí pesa, pero ya es parte de...”.

El norilandés aceptó que ya probó comida mexicana y que hasta el momento no le ha cobrado factura. “Ayer [miércoles] fui a cenar con mis papás y los he visto muy bien”, bromeó Mcllroy, quien viene de recuperarse de una lesión y no quiere que nada lo obligue a perderse otro certamen de gran importancia.

Jimmy Walker, uno de los líderes del certamen, dijo que el haber estado días antes practicando no hará alguna diferencia en el campo.

Hoy arranca la segunda ronda del México Championship, con jugadores afectados por la altura de la capital.

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