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El juego ha llegado a su fin y los árbitros han ganado y por goliza a la Federación Mexicana de Futbol, a la que no le queda más que aceptar la estrepitosa derrota.

La salida “legaloide” al conflicto terminó como se había anticipado, los silbantes salieron con la mano en alto y los federativos las doblaron. Pablo Aguilar del América y Enrique Triverio fueron castigados por un año, después de que la Comisión de Apelaciones revisara el recurso presentado por la Comisión de Arbitraje.

Además de una multa de 450 UMAS, lo que es igual a 33 mil 970 pesos mexicanos.

Así, el balón volverá a rodar después de que los de negro paralizaron por tres días las actividades de la Liga, pero la verdadera pregunta es... ¿quién los parará ahora?

El comunicado, primero aclara las facultades de la Comisión de Apelaciones para resolver el recurso presentado por la parte afectada y después da a conocer lo que todos esperan: “Una vez analizados los documentos y pruebas aportadas, la Comisión de Apelaciones ha determinado revocar las sanciones impuestas por la Comisión Disciplinaria en fecha 10 de marzo de 2017, respecto de los jugadores Enrique Triverio del Club Toluca y Pablo Aguilar del Club América. (...) ha determinado sancionar (...) con un año de suspensión y una multa de 450 UMAS”.

Pasaron algunos minutos para que los árbitros, a través de la AMA (Asociación Mexicana de Árbitros), liberaran el balón: “La AMA reconoce la decisión del Comité de Apelaciones (...). A partir de este momento nos incorporamos a los trabajos en la cancha”.

Todo volvió a la normalidad.

Decio de María, presidente de la FMF, es quien da la cara. Trata de explicar por qué de inicio no se llegó a esta resolución: “Los procesos institucionales así son en México y en cualquier Federación del mundo. No será la primera ni la última vez que la Comisión Disciplinaria tome una determinación y que las partes que se sientan afectadas puedan recurrir al Comité de Apelaciones”.

“No habrá represalias. Esa insinuación me ofende” y para finalizar se escuda: “Aquí no hay ganadores, no hay perdedores, lo único que duele es que este fin de semana, no hubo juegos”.

El medio futbolístico goza que el balón corra por el pasto verde, porque a él no le importa quien lleve la ventaja.

“Se salieron con la suya. Ganaron los árbitros”, reconoce Bonifacio Núñez, ex silbante internacional mexicano.

Para Boni, la dignidad que se dice alcanzaron los nazarenos, “ojalá se la lleven a la cancha. Ojalá que ya no acepten cortes de manga, ni los insultos o las protestas de los jugadores y de los técnicos; ojalá eso les sirva para que retomen el conocimiento y la aplicación de las reglas”.

Carlos Hermosillo, ex delantero y campeón de goleo en México, lo ve por otro lado, sabe que los árbitros tienen la mano en alto, pero de la misma forma, “se les juzgará más severamente. Sentaron un precedente muy importante en el futbol mexicano, pero ojalá esto sea también, en beneficio de que, de aquí en adelante, estén mejor preparados y piten mejor los partidos. El arbitraje en México no está pasando por uno de sus mejores momentos y, cuando tú exiges algo, en respuesta tienes que cumplir con obligaciones”.

Para el mundialista, las sanciones son exageradas: “Qué lástima que los suspendieron un año, porque hay de agresiones a agresiones. Por ahí dicen que Pablo Aguilar le dio un cabezazo..., y sí, hay un contacto, pero fue mínimo. Insisto, hay que respetar al silbante, pero muchas veces en la calentura del juego... Habrá que ver el trato del árbitro, cuenta muchísimo”.

Por otra parte, el árbitro mexicano que más juegos de Copa del Mundo ha pitado, Armando Archundia, afirma que el gremio arbitral “queda muy fortalecido con esta resolución, pero también tendrán que asumir una gran responsabilidad; todo lo que significa ser árbitro en este momento tiene que ser tomado con mucho profesionalismo, hay ser muy respetuosos con los jugadores... Por ejemplo, cuando saquen tarjetas lo tendrán que hacer de una manera sobria, que no se mal interprete que hay agresividad”.

A partir de esto, “todos saldremos ganando porque veremos un futbol de mayor calidad, con mayor respeto hacia la gente que aplica las reglas de juego y con árbitros mucho más comprometidos con su trabajo, minimizando los errores y siendo respetuosos en todos los sentidos”.

Finalmente, Aarón Padilla jr, hijo de quien fuera presidente de la Comisión de Árbitros, desde su trinchera tiene su punto de vista: “Los árbitros estaban en su derecho, se sentían perjudicados y actuaron. Pero la realidad es que parar la Liga no era la forma, pudieron llegar a un acuerdo sin afectar a la afición y a los equipos, pero esto es una bola de nieve. No dejan de lado que esto es una mancha para el futbol mexicano a nivel mundial”.

Lo importante es que el balón vuelve a rodar en México. El juego fue duro, y al final, sólo hubo un ganador, uno que ha tomado un gran poder... Ahora ¿quién los para?

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