Ammán, Jordania.— Prepararon esto durante tanto tiempo que el alarido provocado por los poco más de 15 mil asistentes al estadio Internacional de Ammán debería ser el principal atractivo para el resto del orbe. No lo es. Lo que atrapa reflectores, flashazos y miradas es el par de chicas que salen al campo con “yihab” (turbante), genuino icono del islamismo.

La ceremonia inaugural de la V Copa del Mundo Femenil Sub-17 ejemplifica perfectamente el actual rostro de esta nación perteneciente al Medio Oriente, considerada la más pacífica de la región: en vías de la modernidad, pero sin olvidar sus raíces.

Combinación que aparece durante un espectáculo que dura poco más de 20 minutos. Ha pasado media hora desde que concluyó el duelo en el que México superó a Nueva Zelanda (5-0), mas lo que verdaderamente interesa a los jordanos es la manera en la que su país dirá “hola” al planeta y lo que hagan esas niñas que, aunado a tener una buena participación, desean mostrar lo que actualmente es el lugar en el que viven.

Por eso, todos gozan con las melodías del cantautor estadounidense Justin Timberlake. No está presente en el inmueble. No hace falta. Su inconfundible voz anima a los presentes, sobre todo del sexo femenino, porque en Jordania no está prohibido que asistan al futbol. Eso sí, la mayoría de ellas lo hace con “yihab”, velo que cubre la cabeza y el pecho como manera de atuendo modesto frente a varones que no son de su familia cercana.

Las reglas de la Federación Mexicana de Futbol (FIFA) exigen el uso de medias y pantaloncillos, por lo que las anfitrionas salen así, pese a que en el país es recomendable enseñar el menor espacio de piel posible. Eso sí, nunca habla de turbantes, por lo que la portero Rand Albustanji y la atacante Tasneem Abu-Rob llaman la atención de la prensa internacional al aparecer con uno. En especial la segunda, porque así disputa cada balón frente a las poderosas subcampeonas europeas.

Para entonces, las decenas de fuegos artificiales que iluminaron al cielo jordano ya son simple anécdota, al igual que las coloridas figuras que pasearon sobre el césped y el futbolista español Xavi Hernández, quien debería ser otro de los grandes atractivos de la ceremonia. Lo es durante unos minutos... Hasta que el representativo árabe sale al campo para alistarse de cara al duelo. 

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