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Sí, el martes debutaron en la antigua Ciudad de los Deportes —frente a los Coras de Tepic dentro de la Copa—, pero la cuenta de amargos amaneceres celestes termina hasta hoy. Fueron 77 desde aquella calurosa y taciturna tarde en la que los Tigres volvieron a hacer añicos sus sueños. Para José de Jesús Corona, la espera por el reencuentro ha sido interminable, aunque el destino le ofrece una enorme oportunidad de comenzar a saldar la deuda.

Eso explica que su mirada adquiera un fulgor especial cuando imagina el juego de hoy contra los Pumas. El Cruz Azul se presenta en casa ante uno de esos rivales que importan mucho a su pueblo. Ganar sería la ofrenda ideal por parte de un equipo que, de entrada, apela al beneficio de la duda.

“Sabemos de la importancia y lo que representa para nuestra afición, la directiva, nosotros mismos, enfrentar a Pumas”, reconoce el portero de La Máquina. “Lo jugamos con toda intensidad, sabemos que así es como se ganan este tipo de partidos: en la disputa de cada uno de los balones y la balanza se ha inclinado de nuestro lado... Ha sido muy importante la manera en la que los hemos jugado”.

Virtudes que anhela repetir esta tarde para alargar la buena racha cementera contra los felinos. De los más recientes 10 cotejos entre ambos, los hoy dirigidos por Tomás Boy se llevaron cinco, a cambio de cuatro empates y apenas un revés, aunque fue en el estadio Azul (0-2), el 8 de noviembre de 2014.

El medallista áureo en los Juegos Olímpicos Londres 2012 admite que presentarse así será “importantísimo, en nuestro estadio, con nuestra gente, sobre todo contra este rival, que es Pumas”.

“Hay una rivalidad totalmente deportiva, muy importante, por lo que se disfrutan bastante este tipo de encuentros, los cuales son disputados, peleados en cada una de las jugadas... [Será] un partido muy vistoso para toda la afición”, agrega.

Con el aderezo que significa la presencia en el banquillo auriazul de Francisco Palencia, canterano celeste y miembro del plantel que logró el título de Liga en el Invierno 1997, el más reciente del club.

“[El “Niño”] vivió momentos muy importantes, bonitos, en Cruz Azul. La afición lo quiere bastante... Ahora ya pasa a otra etapa de su vida, como entrenador”, recuerda el meta. “Ya tuve la oportunidad de saludarlo, me lo encontré en un restaurante. Le deseé suerte...”.

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