Monterrey.— La ‘bomba’ del más reciente Draft podría explotarle en las manos a las directivas de los Tigres y los Pumas, inmiscuidas en las negociaciones que llevaron al argentino Ismael Sosa a los felinos norteños.

Según ha trascendido, pese a que los regiomontanos adquirieron —en nueve millones de dólares— los derechos federativos del ‘Chuco’, éste se ha negado a rubricar el contrato que lo vincularía con la institución durante tres años.

La razón es que los Pumas le deben aproximadamente un millón de billetes verdes por concepto de sueldo y algunos premios económicos, tras lo hecho en el segundo semestre de 2015, cuando los entonces futbolistas de Guillermo Vázquez alcanzaron la final de la Liga, y en el inicial de este año, durante el que el club alcanzó por primera vez los cuartos de final en la Copa Libertadores.

A los Tigres les urge llegar a un acuerdo, debido a que Sosa debe presentar mañana los exámenes médicos correspondientes y ponerse a las órdenes del entrenador Ricardo Ferretti.

La pretemporada del equipo comenzará la siguiente semana. 

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