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Tom Brady jugó, a pesar de haber sufrido una conmoción cerebral en algún momento de la temporada pasada, en la que conquistó su quinto título de Super Bowl, dijo su esposa, Gisele Bündchen.
La lesión, que no fue reportada por los Patriots de Nueva Inglaterra, la preocupó lo suficiente como para cuestionarse por cuánto tiempo debe seguir jugando al futbol americano.
Cuando le preguntaron en una entrevista con el programa CBS This Morning si quiere que su marido se retire, la modelo y empresaria brasileña expresó su “preocupación” como esposa.
“El año pasado tuvo una conmoción cerebral. Ha tenido conmociones, prácticamente todos...”, dijo, antes de dejar la frase incompleta. “O sea, no hablamos al respecto. Pero sí ha tenido conmociones. No creo que sea algo saludable para nadie”.
Brady se perdió los cuatro primeros partidos de la temporada pasada por su participación en el escándalo “Deflategate”, y además se ausentó de prácticas al final de la temporada por lesiones que el equipo reportó como de pierna, muslo y tobillo. Pero en ningún informe de esos, que son requisitos de la liga, aparece que haya tenido una conmoción o lesión de cabeza en ningún momento del año natural de 2016 ni la temporada de 2016.
La NFL exige que los equipos reporten lesiones “importantes o considerables”, sin importar si se espera que el jugador se ausente de algún partido. La liga también afirma que la honestidad a la hora de reportar las lesiones es importante para la integridad.
La organización empezó a tomar nota de las conmociones cerebrales; pactó pagar mil millones de dólares a jugadores retirados que acusaron a la liga de ocultar los vínculos entre el deporte y los problemas cerebrales.
