Houston.— Los Falcons de Atlanta pisaron suelo texano con la esperanza de levantar, este domingo, el Trofeo Vince Lombardi, en el NRG Stadium.

Matt Ryan encabezó la llegada de los jugadores, que disputarán el Super Bowl LI, ante los Patriots de Nueva Inglaterra.

Varios profesionales se bajaron del avión con los audífonos puestos, mientras que otros utilizaron sus celulares para grabar ese momento histórico, pues, para algunos, puede ser su última aparición en el juego más importante de la NFL.

A su salida de Atlanta, el equipo fue despedido por su fanaticada, que fue convocada a lo largo de la semana a una fiesta multitudinaria, en la cual disfrutaron de diversas actividades.

La motivación de los seguidores de los Falcons se entiende, no están acostumbrados en ver al conjunto de sus amores en un Super Bowl. La ilusión de arrebatarle el quinto anillo de campeón a Tom Brady es una de las muchas motivaciones que viven los ciudadanos de Giorgia.

Incluso, los miles de aficionados que se dieron cita para ver partir los autobuses de la franquicia rumbo al aeropuerto, pudieron convivir con algunas leyendas de los Falcons, como el pasador D.J. Shockley, el esquinero Ray Buchanan y el receptor Brian Finneran, quienes repartieron autógrafos a los presentes.

En Houston, el quarterback lució calmado en compañía de sus mejores armas, los receptores Julio Jones y Mohamed Sanu.

Por su parte, Dan Quinn, head coach de Atlanta, caminó del avión al autobús que lleva al equipo al hotel de concentración de forma relajada.

Los Falcons no asisten a un Super Bowl desde la campaña de 1999, donde fueron derrotados por John Elway y los Broncos de Denver, en Miami.

Los Patriots arriban hoy a Houston, justo para el Media Day de esta noche.

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