Es bien parecido, tiene una mirada apacible y suele vestir  suéteres, blue jeans y Converse negros. A simple vista, pocos creerían que Jonathan William Anderson (Irlanda del Norte, 1984) es uno de los diseñadores más prometedores de su generación.


En 2008, a menos de tres años de haberse graduado del London College of Fashion, estableció su propia marca: J.W. Anderson, que en un principio ofreció únicamente diseños masculinos. Su inquietud creativa lo llevó a ejecutar su primera colección para mujer en años posteriores, misma que sorprendió por su carácter masculino e inesperada mezcla de tejidos y estampados.


Anderson presentó en 2012 una línea especial con la cadena británica Topshop, que se agotó de los aparadores en tiempo récord. Ese mismo año, el diseñador recibió su primer British Fashion Award por Talento Emergente. Su propuesta innovadora y atrevida llamó la atención de la propia Donatella Versace, quien le encomendó una colección cápsula para Versus, la firma juvenil de la casa italiana.


Los reflectores de la industria de la moda apuntaron al irlandés en septiembre de 2013, cuando directivos de la casa española Loewe anunciaron su fichaje como director creativo. “Por su conocimiento de todas las facetas del proceso creativo de una firma y su capacidad para transformar la tradición en una visión emocionante para el presente,  Anderson es perfecto para llevar las riendas de este icónico sello”, declaró entonces Pierre-Yves Roussel, presidente de la división de moda del grupo LVMH, al que pertenece la marca.


Anderson transformó el logo y creó campañas sorprendentes en las que mezcló pasado y presente. “Permaneceré en la firma hasta que funcione y se posicione mundialmente”, declaró. A casi tres años de su fichaje, una cosa queda clara: Jonathan Anderson llegó para dejar huella.


Ellas y Loewe  

La mujer Loewe aún es elegante y poderosa, pero ahora también abraza lo clásico y vanguardista. La clienta de Anderson apuesta por las texturas más allá de la piel, adora los cortes asimétricos y no teme a los contrastes. La colección otoño/invierno 2016-17 es una clara muestra de la evolución de la casa: vestidos de lana con flecos se mezclan con corsés metálicos de piel, faldas largas con tiras de piel y estoperoles se acompañan de blazers ajustados y abrigos texturizados cubren vestidos largos de terciopelo. Las ecuaciones de estilo clásico aún son sofisticación pura.


FRASE


“Las marcas de lujo tienen que moverse a la misma velocidad que el mundo. Vivimos en un momento en el que reina el contenido efímero: se sube una foto a Instagram y un minuto después desaparece. Incluso nuestras mentes funcionan así.” 
JONATHAN ANDERSON
DISEÑADOR 

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