El mercadólogo con especialidad en publicidad y mercados masivos Edgar Smolensky, a quien hoy la gente conoce bajo el nombre Edy Smol, siempre tuvo claro lo que quería. “Cuando eres niño, no piensas en la moda, pero desde que tengo memoria estaba dibujando, pintando y diseñando. Tenía claro que quería tener mi propio estilo y siempre insistí con que me dejaran elegir mi propia ropa. Todas las mamás quieren vestir medio ñoños a los niños y eso me chocaba. Cedí unas dos o tres veces, pero si mi mamá me abotonaba la camisa hasta arriba, yo abría los botones. Si me ponía un moño, lo deshacía. Nunca me ha gustado que me digan cómo hacer esas cosas.”


El hoy director general de Saks Fifth Avenue México, director comercial de Sears, Sanborn’s y Claro Shop —todas empresas de Grupo Carso, donde llegó hace 10 años— y conductor de televisión —su programa Cuídate de la cámara se transmite de manera simultánea en los canales E! y Sony a pesar de que son competencia— tiene una figura larga y espigada. Usa pantalones, t-shirt, botas, lentes de sol y gorra, todo negro, excepto por una chamarra de cuero en color azul diseñada por Jonathan Morales para la firma mexicana No Name y una magnífica bolsa Birkin de Hermès en piel de cocodrilo. Asegura que ha llegado a donde está sin planearlo y, sin duda, además de conseguir un trabajo que lo hace feliz ha logrado, tal como quería cuando era niño, desarrollar un sello personal. “Para mí lo más importante, más que ‘una buena imagen’, es que cada quien tenga su propio estilo porque creo que a quienes hacen demasiado esfuerzo es a quienes peor les sale. Estamos en una época que aprecia cada vez más la esencia de las personas y lo que cada uno quiere proyectar. Se acepta más y se juzga menos, y es un momento en el que cualquiera puede sacar su personalidad a la luz de mil maneras. Estoy un poco peleado con las escuelas de la imagen, con el protocolo. Prefiero no seguir ningún protocolo de la sociedad y más bien seguir protocolos emocionales.”


Si conocerse a uno mismo es el secreto del estilo, ¿qué descubrió Edy mientras desarrollaba el propio? “Yo me visto como me levanto de ánimo, nunca planeo el outfit en la noche, eso está prohibido para mí y es algo que aconsejo a cualquiera, porque duermes con un estado de ánimo y te levantas con otro. Hay que despertarse un poquito antes y preguntarse ‘¿cómo me siento, qué colores quiero vestir, a dónde voy, estoy incómodo o no?’. ¿Cuántas veces hemos amanecido inflamados? Y a lo mejor planeaste algo muy pegado para ese día y te va incomodar. Por eso mis looks son tan variados. Tengo una locura de guardarropa de entre 7 mil y 8 mil piezas.”

“No soy un conductor de televisión... y odio a los wannabe.” 


Aunque Edy Smol ha cobrado fama con la conducción de su programa, es muy claro al diferenciar entre ser un presentador y su posición real en la televisión: “Me he dedicado toda mi vida a la moda, no soy un conductor de televisión: soy alguien que ha trabajado en la industria y aparece en un programa de televisión para hablar del tema. Una cosa es ser  conductor y que te digan ‘lee este guion’ y otra que te sientes sin guion porque estás en el medio de la moda y sabes lo que tienes que decir. Yo me dedico a la industria, a impulsar a diseñadores, a estar en la moda internacional, a ir por el mundo conociendo más y no a estar saliendo en una fotito con alguien  que ni conozco. Desgraciadamente el mundo de la moda en México es  así. Luego dicen que soy un payaso, pero no soporto a los wannabe de la moda. Esta industria también es un arte, no se reduce a ser alguien it. Quien se quiera dedicarse a esto que se dedique bien: estudien, cultívense, abran Wikipedia ya de perdis”.

El decálogo de Edy Smol para la moda masculina 


Para el experto, los hombres tienen una necesidad cada vez mayor de ser competitivos en en el aspecto del estilo: “Hace 40 años las mujeres estaban en la casa y los hombres trabajando. Hoy los puestos clave se los pelean entre hombres y mujeres y si llega una mujer superguapa y llamativa por un puesto y de pronto llega un hombre con el traje todo desarrapado, la mujer se va a llevar el puesto, se los garantizo”. A continuación, los diez puntos clave en sus propias palabras.


1.  Jamás se pongan un traje si no lo llevan a que les ajusten la bastilla y los puños correctamente. Por favor. Ése el peor error.


2.   Si van a usar un traje formal, jamás se pongan un cinturón con un logotipo en la hebilla. Se los ruego. Yo las odio, pero si las van a usar, háganlo con prendas casuales.


3. Siempre elijan el corte de sus prendas a partir de su tipo de cuerpo.


4.   Si son bajitos, no usen botas por afuera: corta la figura y su estatura se acorta aún más. Si se quieren poner las botas por fuera, que sean del mismo color del pantalón para que fluya la figura. Si son altos, pónganselas entonces como quieran.


5.  No malinterpreten las tendencias. Luego creen que como se están usando las corbatas, los calcetines y todo de colores, se tienen que poner todo junto y no les va. El hombre que quiere darle un giro a su outfit debe entender la frase: es uno, no 800. Menos es más.


6.   Si eres gordito nunca uses rayas horizontales, sino verticales. Como viene la tendencia retro, estarán de moda. También regresan los polka dots: si eres gordito, en serio, no te los pongas jamás.


7.  En su guardarropa siempre deben tener un par de jeans, un traje negro, uno navy, uno beige, un chorro de camisas de vestir blancas, algunas negras y unos buenos zapatos de vestir con agujeta.


8.  No usen traje de vestir con zapatos sin agujetas, ése es traje casual, pero no de vestir. Si van a ir a una boda, por ejemplo, a fuerza el traje de vestir debe ir con zapatos de agujetas.


9.  Si van a usar pantalones al tobillo, no se pongan botas, eso es para mocasines y deben dejar que se vea una parte del tobillo. Sí se vale usar estos zapatos sin calcetín pero, eso sí, cuídense los pies.


10.  Un “Godín”, también puede verse cool sin llegar a ser extremos como yo. Hombres de oficina, para dar un giro: cómprense calcetines de colores, pónganse su trajecito conservador y den el twist en el calcetín. Empiecen por ahí. ¿No quieren llevarlo así? Usen su traje de siempre, pero pónganselo con unos zapatos bostonianos que estén patinados o que tengan detalles como la suela de color.  Otra de las opciones que pueden elegir es un accesorio como un pañuelo de color o un fistol. Imaginen: un traje navy completo —hasta la camisa, la corbata y los zapatos—, pero con un fistol color plata o color limón. Así dan un detallito y no parece que están locos por la moda. Hay muchos detalles que pueden usar y que ni siquiera los harán gastar mucho porque son elementos pequeños. 

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