Hay tres palabras que nos vienen a la mente al pensar en Chanel: elegancia, lujo y femineidad. En sus colecciones de bolsos, zapatos y joyería no hay un sólo accesorio carente de historia o de un trabajo minucioso de planeación y confección. Sus piezas de relojería no son la excepción. Detrás de cada guardatiempo de las líneas Première, J12 o Mademoiselle Privé hay un detalle que rinde 
homenaje a la vida de Coco Chanel: la geometría octogonal del tapón del frasco del perfume Nº5 y de la plaza Vendôme o símbolos de su taller de la calle Cambon, en París.

Boyfriend se suma a esta tradición y el integrante más nuevo  de la familia relojera de Chanel seduce por su estética: es un reloj con características masculinas creado para mujeres. Esto no debe sorprendernos. A principios del siglo XX, cuando las mujeres usaban vestidos largos y ostentosos que complementaban con sombreros de plumas, Coco Chanel dio una vuelta de tuerca al estereotipo del vestir femenino al atreverse a confeccionar y usar pantalones. Y mientras lo más común era observar a las mujeres vestir en tonos sutiles, como blanco y rosa, ella transformó el negro en sinónimo de elegancia y seducción.

Así es Boyfriend: un reloj que puede usarse con jeans durante el día o con un vestido para la noche. Quien lleva esta pieza ceñida a su muñeca no necesita diamantes ni camelias para transmitir su gusto por una estética refinada. La sobriedad y las líneas fuertes del modelo le bastan. Por eso ha sido un éxito a nivel internacional y las piezas que hace unos días llegaron a la boutique de la firma en El Palacio de Hierro Polanco lograron enamorarnos. El modelo que lleva la modelo en la foto tiene caja de acero de 21.5 x 27.9 mm, bisel engastado con 62 diamantes, esfera guilloché en negro, corona de acero en cabujón y correa en piel de aligátor.

En cuanto a sus características técnicas, posee movimiento de cuarzo, fecha, horas, minutos y resistencia al agua de hasta 30 metros.

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