Por primera vez en la historia de su marca, el diseñador Roberto Verino intenta conquistar el mercado mexicano a través de Liverpool. La respuesta hasta el momento ha sido tan positiva que el español asegura que, luego de las muestras de cariño que recibió en este país, “no se le ha ido la luz de la cara”.

La trayectoria del gallego abarca más de 30 años, durante los cuales ha conquistado a las mujeres españolas gracias a su propuesta sencilla y honesta, en la que el eje central siempre es darle soluciones a las necesidades de su consumidora final. Para esto no sólo ha trabajado en desarrollar colecciones creativas y versátiles, sino que también ha creado un sistema de negocio en el que la relación calidad-precio es visualizada como un sistema en el que comprar también sea una inversión. Hablamos con él durante su última visita a México, y esto fue lo que nos dijo sobre su inspiración y las impresiones que tiene de la industria en la actualidad.

Cuéntanos sobre la inspiración de tu colección Primavera/Verano actual.
Intenta seguir en la línea de lo que yo propongo, que es que las mujeres estén guapas con prendas muy sencillas, funcionales y atemporales, pero sobre todo, capaces de producir autoestima. Hay que darle valor a las personas, para que sean ellas la que salgan fortalecidas y que no parezca que la prenda tiene todo el mérito. En el verano, el tema de la colección —que se llama Un barco en el mar— se inspira en disfrutar el mar desde un barco. De esa manera ves la tierra como un destino, el bullicio está allá y el mar es más tranquilo, con mayor capacidad de transmitir los valores de la gente que tienes a tu alrededor, de los productos que tienes a la mano.

¿Cuáles son tus impresiones del estado de la industria mexicana actual?

México es un país joven donde hay un consumo alto contrario a otros países y, por lo tanto, es un país con muchísimo futuro en general. Si la moda no tiene la parte del consumo que  requiere, los esfuerzos de los diseñadores y de la industria se ven penalizados. Por lo tanto, creo que es un país con mucha sed de oferta y una visión muy constructiva de un mundo de la moda coherente con los tiempos que  nos han tocado vivir.

Hace tiempo declaraste que ya no harías pasarelas tradicionales, ¿es cierto?

He decidido no hacer pasarelas con el procedimiento antiguo, es decir, la de Otoño/Invierno en febrero y la de Primavera/Verano en septiembre. Lo que quiero es acercar la oferta al momento correcto, para que las consumidoras pueden comprar lo que les gusta y disfrutar las cosas que acaban de ver en las modelos. Si yo les enseño hoy la colección de Otoño/Invierno, la podrán encontrar maravillosa, pero al llegar el momento se habrán olvidado de ella. Dado que las nuevas herramientas están transformando la comunicación, estamos convencidos de que tenemos que acercarnos al consumidor a través de un cambio de fechas, no de limitarnos a los  desfiles.

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