La vida y obra de todo hombre público, de manera inevitable, siempre será materia de controversia, pues es difícil que exista unanimidad en el juicio de la historia; sin embargo, es innegable que Enrique Peña Nieto entregará a su sucesor un país con mayores oportunidades para los jóvenes y más solidario y comprometido con las mujeres; un México mejor que el de hace seis años.

Tras 12 años de alternancia sin alternativa, con visión de estadista, el presidente Peña Nieto dio forma al Pacto por México, un acuerdo político inédito en la historia moderna de la nación, que permitió la convergencia de prácticamente todas las fuerzas políticas del país, para impulsar 13 reformas estructurales: nueve constitucionales (energética, educativa, de telecomunicaciones, de competencia económica, político-electoral, hacendaria, de transparencia y rendición de cuentas, Sistema Nacional Anticorrupción y de disciplina financiera) y cuatro legales (Código Nacional de Procedimientos Penales, laboral, financiera y nueva Ley de Amparo). Pasarán varios lustros para que se aprecien en perspectiva todos los beneficios de estas reformas de gran calado, que le han dado un nuevo perfil a México.

Es un hecho irrefutable que el próximo presidente de la República recibirá un país con estabilidad política, social y económica; finanzas públicas sanas, con 78% más contribuyentes que hace seis años; una deuda manejable y decreciente; la inflación más baja para un sexenio desde hace casi 50 años y una economía generadora de 800 mil nuevos empleos al año. El manejo responsable de las variables macroeconómicas se tradujo en un contexto de estabilidad para los sectores productivos. Con ello se evitaron desequilibrios que en sexenios pasados provocaron crisis cíclicas de consecuencias negativas para todos los mexicanos.

Se crearon cuatro millones de nuevos puestos de trabajo en este sexenio, la cifra más elevada en las últimas administraciones; 28% de esos nuevos empleos fueron para jóvenes de 15 a 29 años y el 43% correspondieron a mujeres, quienes se incorporaron a un empleo asegurado a mayor ritmo que los hombres.

Se consolidó un nuevo modelo energético, que permite recuperar nuestra condición de potencia en este sector y liberar recursos públicos para programas sociales. Se captó la mayor inversión extranjera directa de nuestra historia (más de 192 mil millones de dólares); además de inversiones ya comprometidas por casi 200 mil millones de dólares, tan sólo en el sector energético.

2.2 millones de mexicanos superaron la condición de pobreza extrema; 6.2 millones más tienen acceso a los servicios de salud; 3.4 millones más tienen acceso a seguridad social; 2.8 millones más tienen acceso a una alimentación sana, variada y suficiente; 1.3 millones más superaron el rezago educativo; y 1.2 millones más cuentan con acceso a servicios básicos en su vivienda.

A partir de este ciclo escolar, se implementa un nuevo modelo educativo en las aulas del país; están en marcha proyectos de telecomunicaciones que permitirán dar servicio de internet de banda ancha, por lo menos, al 92% de la población para el año 2024; se duplicó la capacidad portuaria que existía al inicio de este gobierno; se modernizó nuestra red carretera; y se logró un conjunto de tratados comerciales de nueva generación, destacando especialmente el T-MEC, que permitió estrechar nuestras relaciones con aquellos países con los que compartimos principios e intereses.

México está listo para seguir creciendo y desarrollándose en los próximos años y décadas. Hoy somos un país mucho mejor del que éramos hace seis años; y esto es un mérito de Enrique Peña Nieto, a quien la historia habrá de reconocer como el presidente más transformador de nuestra historia moderna. Gracias, presidente, por tu gran amor y trabajo por México.

Diputada federal. @cynthialopezc1

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