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Todos los jueves desde hace más de un año, en el zócalo vacío de la desaparecida escultura dedicada al doctor Rafael Lucio aparece un ramo de flores. La estatua de finales del siglo XIX, obra del escultor Epitacio Calvo, se esfumó de la avenida Reforma hace unos siete años, después de un aparatoso accidente que la hizo caer de su pedestal. Desde entonces, nadie ha vuelto a verla ni se tiene noticias de ella. Pero a partir de abril del año pasado, Ricardo Ward comenzó a seguirle las pistas y, a manera de homenaje, deposita una ofrenda floral cada semana en el único vestigio que queda de la pieza.

Todo comenzó cuando un jueves de abril de 2016, el joven etnólogo, vecino de la colonia Juárez, cruzó la avenida frente al hotel Krystal, en Reforma y Bucareli. Después de sortear el flujo de los automóviles en la vía, tropezó con el pedestal de la escultura del ilustre médico veracruzano, célebre por sus investigaciones sobre la lepra que, durante la segunda mitad del siglo XIX azotaba a la población del país.

A la mente de Ward vino un recuerdo de su infancia, cuando un día pasó por ese mismo lugar con su padre y notó algo en la estatua que llamó tanto su atención: el médico sostenía en sus manos el cráneo disecado de un niño. Tras notar la ausencia de la escultura, su reacción inmediata fue parar una patrulla y denunciar su desaparición. Lo que no sabía es que, en realidad, la escultura había desaparecido desde finales de 2010.

A partir de entonces, en homenaje a este médico progresista del siglo XIX, y en recuerdo de su “negligencia ciudadana”, porque tardó en enterarse de la desaparición, deposita un ramo de flores cada semana en ese espacio vacío. Por iniciativa propia y en sus redes sociales se ha dedicado a tocar las puertas de las instancias locales y federales encargadas de la protección del patrimonio histórico o mobiliario urbano para indagar sobre su paradero y exigir que se reponga una réplica.

“No he logrado demasiado, pero me parece que por lo menos hay más gente que está enterada de esto y he logrado hacer conciencia de que algo falta, de que algo está mal, de que no es normal que esté ese zócalo vacío ahí”, dice a EL UNIVERSAL el joven que, todos los jueves, en su cuenta de Twitter, con el hashtag #EstatuaDrLucio, comparte fotografías de su homenaje semanal.

En sus pesquisas hemerográficas y después de pasar por varias instancias, como la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, la delegación Cuauhtémoc, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la representación del gobierno de Veracruz en la ciudad –pues fue el gobierno veracruzano quien en 1889 donó la escultura—, Ricardo Ward logró saber que la escultura inaugurada a finales del siglo XIX por Porfirio Díaz como parte del corredor escultórico en Reforma cayó de su pedestal debido a un accidente vial en la avenida y que fueron empleados del gobierno de la ciudad quienes la retiraron del lugar. “Lo que me dicen testigos presenciales, los empleados del hotel, es que la estatua fue removida de aquí en una camioneta por trabajadores del entonces gobierno del Distrito Federal. Presumimos que llegó a una bodega, pero desde entonces no se sabe nada”, relata.

En 2011, el INAH interpuso una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) por la desaparición de la escultura. La investigación, informa el Instituto, sigue en curso, pero por los años que han pasado, la consideran perdida.

“Tenemos un patrimonio perdido, un cacho de la memoria escultórica de Reforma que hace falta y que debe reponerse... Se debería reactivar la investigación porque parece que se quedó así nada más, como un mero trámite, como que el INAH solo tenía la obligación legal de hacer una denuncia y ya, pareciera que la archivaron”, señala este joven, quien en marzo de este año envío al gobierno de la Ciudad de México una carta en la que pedía que en el plan de rescate integral que planean hacer por la construcción de la nueva línea del Metrobús, contemplen la restitución de la escultura y su pedestal.

En el INAH, Arturo Balandrado, coordinador de Monumentos Históricos, confirma que la escultura desapareció después del accidente vial, que fue guardada en alguna bodega de la ciudad, pero que hasta ahora no aparece por ningún lado. “La PGR está investigando dónde quedó… tenemos la esperanza de que aparezca, las autoridades de la ciudad de México tienen un montón de bodegas en toda la ciudad y pudiera estar en alguna de ellas arrumbada, pero suponemos que ya se perdió porque pasaron muchos años y nadie da razón de ese bien”, comenta en entrevista con este diario.

“Y eso pasa desgraciadamente porque son esculturas de bronce. Hay un mercado ilegal, hay grupos delictivos que solo están buscando tapaderas de registros del agua, esculturas, placas de bronce de edificios históricos para quitarlos, fundirlos y vender el material que en ese mercado se cotiza bien”, asegura el arquitecto.

Prometen réplica. Por ahora, dice Balandrano, en el marco de los trabajos de restauración que el gobierno de la ciudad de México deberá realizar en los monumentos históricos y artísticos de la avenida Reforma por la construcción de la nueva línea del Metrobús, el Instituto pidió que el proyecto contemple la elaboración de una réplica de la escultura del doctor Lucio.

Los costos, señala, correrán a cuenta del gobierno local. La otra posibilidad, comenta, es pedir la colaboración del gobierno de Veracruz, a partir de que originalmente las esculturas de estos personajes ilustres que engalanan Paseo de la Reforma desde 1889 fueron donadas por los respectivos gobiernos del estado al que representan.

Según la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura local, la recomendación de restituir la escultura mediante una réplica surgió en la sesión del 4 de noviembre de 2016 del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México (COMAEP).

La instancia, a cargo de Gabriela López Torres, comenta a este diario que el pasado 3 de julio se llevó a cabo una reunión con especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, donde ya se habló de los procesos a seguir para realizar la réplica de la escultura histórica.

Entre los temas que se trataron, detalla, están la metodología a utilizar para la restitución; la técnica tradicional de reproducción, que implicaría contar con los modelos o moldes originales los cuales, a la fecha, no se tienen localizados en ningún caso; así como la reproducción aproximada de la escultura. Los costos de la escultura y quien estará a cargo, aún están pendientes: “A partir de la reunión mencionada, estamos a la espera de que la Coordinación Nacional de Conservación del INAH nos indique la metodología a seguir. Con esa información se podrá solicitar el presupuesto con el costo de reproducción. Una vez entregado el proyecto por parte del INAH, se someterá al COMAEP”, indica.

Por su parte, la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), que es la encargada de la construcción de la nueva línea del Metrobús en Reforma, informa que en el proyecto de restauración que presentará en los próximos días al INAH para su aprobación ya se contempla la restitución de la pieza:

“Actualmente, el Gobierno de la Ciudad de México analiza realizar un proyecto de intervención de las estatuas y efigies ubicadas en Paseo de la Reforma, el cual incluiría la restitución de la estatua dedicada a Rafael Lucio. A partir del diseño del plan se tendrían que gestionar los recursos financieros para la ejecución”, informa a este diario la instancia en respuesta a una solicitud de información.

Sin embargo, mientras llega el día en que el doctor Rafael Lucio vuelva a la avenida Reforma, un ramo de flores seguirá apareciendo cada jueves en lo que queda de su pedestal.

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