El gobierno de Canadá restituyó a México una pieza arqueológica de más de mil 500 años y que salió ilegalmente de su región de origen en los límites de los estados de Sinaloa y Nayarit, con rumbo a ese país, informó en un comunicado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Tal devolución remarca la cooperación y el interés entre ambas naciones en el cumplimiento de los acuerdos internacionales en la materia. El rostro de la figurilla antropomorfa está hecha en barro y guarda filiación con el llamado complejo cultural Aztatlán, que se desarrolló en lo que hoy es el sur de Sinaloa y el norte de Nayarit, y está datado entre los años 250 y 500 d.C.

La entrega de este bien cultural propiedad de la nación se llevó a cabo en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), con la presencia de funcionarios adscritos a ésta, así como al INAH y la participación del embajador de Canadá en México, Pierre Alarie, quien calificó el acto de devolución como "un gesto cultural y humano, más que político".

El subsecretario para América del Norte, Carlos Manuel Sada Solana, refirió que este tipo de eventos reflejan el cumplimiento de las leyes en la materia, es decir, para el combate del tráfico ilícito de bienes culturales que está posicionado como el tercer delito que genera mayores ganancias a nivel mundial -sólo por detrás del tráfico de estupefacientes y de armas-, las cuales ascienden a 9 mil millones de dólares anuales, de ahí la importancia de que los gobiernos nacionales estrechen lazos para su combate. En ese sentido, reiteró que la relación México-Canadá pasa por uno de sus mejores momentos.

A su vez, Alejandro Alday González, consultor jurídico de la SRE, explicó que la restitución de este bien, y de otros más, es posible gracias a la aplicación de las leyes que México ha signado en la materia, entre ellas, la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales.

Asimismo, dijo, es resultado del trabajo que realiza el Grupo encargado de Procurar la Recuperación de Monumentos Arqueológicos, Monumentos Históricos, Monumentos Artísticos y Vestigios o Restos Fósiles Ilícitamente Sustraídos del Territorio Nacional, integrado por la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Procuraduría General de la República, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

En tanto, Socorro Villarreal Escárrega, coordinadora nacional de Asuntos Jurídicos del INAH, hizo hincapié en la intensa cooperación que México ha tenido en lo que va del año con los gobiernos de Argentina, Estados Unidos y ahora Canadá para la recuperación de piezas prehispánicas que son testimonio del desarrollo de diferentes culturas en territorio nacional, y cuya salida del mismo representa un expolio de nuestra identidad.

El arqueólogo Alejandro Bautista Valdespino relató que fue en enero de 2015 cuando llegaron imágenes digitales del fragmento a la Dirección de Registro Público de Zonas y Monumentos Arqueológicos e Históricos del INAH.

El embajador Pierre Alarie recalcó que no obstante el tamaño de la pieza prehispánica, el valor está en los lazos que Canadá y México reivindican para dar a conocer la riqueza cultural, ancestral, de uno y otro país. Recordó que cada año alrededor de dos millones de canadienses visitan México, por lo regular destinos de "sol y playa", así que hay un "México desconocido" para ellos, el de las rutas culturales, que debe impulsarse.

sc

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