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El hallazgo de una sinagoga del siglo I a las orillas del Mar de Galilea, en un predio de 8.5 hectáreas donde la comunidad de los Legionarios de Cristo planeaba la construcción del Magdala Center, un recinto que acogería a peregrinos cristianos en Tierra Santa, cautivó la atención del periodista español Jesús García desde que los vestigios de esa construcción histórica comenzaron a salir a la luz.

Este descubrimiento realizado en 2009 daría pie a la creación de un proyecto arqueológico que desde 2010 lidera la arqueóloga mexicana Marcela Zapata, con apoyo de la Universidad Anáhuac del Sur y de la UNAM, y se ha convertido en uno de los yacimientos más importantes de la arqueología en Israel en los últimos siglos. Y es que, además de esta sinagoga, el equipo de arqueólogos ha desenterrado una serie de vestigios que dan cuenta de la vida de este pueblo del siglo I, donde posiblemente nació María Magdalena. Ahí rescataron también la Piedra de Magdala, probablemente la primera representación artística del Segundo Templo, y que ha sido considerado por la Autoridad de Antigüedades de Israel como uno de los hallazgos más relevantes de las últimas décadas.

La historia de cómo comenzó esta excavación arqueológica, las razones que movieron a los impulsores de este proyecto y los aportes que la investigación ha hecho a la historia judeocristiana son revelados en el libro Proyecto Magdala, un descubrimiento del siglo I, para el hombre del tercer milenio, del periodista Jesús García.

El volumen, que da a conocer detalles de las excavaciones, será presentado este lunes 30 de enero a las 19 horas en el Auditorio de la rectoría de la Universidad Anáhuac con la participación del autor, el fundador y director general del proyecto, el padre Juan Solana, y la arqueóloga Marcela Zapata.

De acuerdo con García, el libro es una “crónica de los acontecimientos que han sucedido a lo largo de los años en torno a los descubrimientos de Magdala”. A partir de entrevistas realizadas a los actores e impulsores de este proyecto, el autor cuenta cómo este espacio que permaneció enterrado por siglos, ahora “se ha convertido en uno de los lugares de peregrinación más importantes de Tierra Santa”. Al sitio, refiere, acuden tanto cristianos como judíos, ya que el área reúne elementos históricos de ambas religiones.

“Es una crónica de cómo llega ahí el padre Juan, cómo se descubre el yacimiento y lo que viene después. Está contado en forma de crónica, pero la historia en sí misma tiene muchos elementos que pueden llegar a parecer una novela, pero no hay nada de ficción. Es una historia que supera cualquier ficción que hubiese querido inventar”, dice en entrevista.

El periodista relata que este libro nació después de un par de viajes que realizó a Israel y de su amistad con el padre Juan Solana, el principal impulsor de este proyecto. “Él me contó esta historia que, desde el punto de vista periodístico, es una historia impresionantemente atractiva”, expresa.

Lo que mas le atrajo de esta historia, indica, fue el hallazgo de la sinagoga del siglo I, en ese sitio que, según las fuentes históricas y los relatos bíblicos, pudo haber sido el epícentro geográfico de donde se desarrolló la vida de Jesús. Aunque por ahora, los arqueólogos mexicanos no han encontrado evidencias arqueológicas contundentes, García señala que historiadores de la época, como Flavio Josefo, indican que en esa zona existió el pueblo de Magdala, el cual ha sido descrito como el lugar de nacimiento de María Magdalena. “Todos los historiadores y expertos en la zona sabían que la antigua ciudad de Magdala había estado en ese lugar, unos kilómetros arriba o abajo, y las descripciones coinciden con el lugar donde se ha descubierto la sinagoga. Se puede asegurar con toda certeza que éste era el lugar de Magdala, en el mismo tiempo en que Jesús estuvo predicdando el evangelio en esas tierras”.

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