Alfonso Dávila Oliveda, autor de Miguel de Cervantes. Apuntes para una biografía, señaló que el autor de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha podría haber visitado México en dos ocasiones, entre 1596 y 1613.

De acuerdo con el también director del Archivo General de la Administración del Estado, del Ministerio de Cultura en Alcalá de Henares, los motivos por los que Miguel de Cervantes habría llegado a México son dos:

“El primero es que tuvo su gran familia mexicana, los Cervantes hijos de su sobrina Martina de Mendoza, además de que fueron los fundadores del Estado de México y firmaron el estatuto nacional de México”.

La segunda razón, acotó, tiene que ver con motivos económicos, “porque las familias Cervantinas eran importantes comerciantes del siglo XVI. Además, Cervantes habla de las ciudades y escribe en sus obras sobre las sociedades que ha visitado y conocido. A México lo compara con Venecia por los canales”.

En entrevista, previo a una charla que ofreció en el Foro “Itinerario del Saber: Paisaje, Territorio y Patrimonio Cultural”, Dávila apuntó que la familia cervantina directa vive en Madrid, mientras que la familia cervantina originaria de andaluz tuvo ramificaciones en México, Perú y demás territorios de La Conquista, porque era una gran familia comercial.

“Si analizamos la genealogía de los Cervantes, en la Edad Media están situados en el Camino de Santiago y con centro en la ciudad de Toledo; cuando avanza la Edad Media, llegamos al Renacimiento y se descubren las Américas, vemos a Cervantes en Sevilla, en Cádiz, en Granada, en las Canarias”, explicó.

Además, en sus obras Miguel de Cervantes habla de México, de los elementos de La Conquista, de los exploradores Hernán Cortes, Francisco Pizarro y Francisco de Orellana porque son parientes suyos.

“Tuvo dos parientes cervantinos en México que fueron personas ilustres: Juan Cervantes Casasús, uno de los primeros conquistadores que viajó con Hernán Cortes, alcalde y regidor de la Ciudad de México”, destacó.

Agregó que los Cervantes fueron alcaldes de distintas localidades mexicanas, incluyendo la Ciudad de México, además de la Ciudad de los Ángeles, en Estados Unidos, “porque cuando se fundó esa ciudad, uno de los alcaldes es un Cervantes y se habla de dos personas, Francisco Cervantes de Salazar, un toledano, y Miguel de Cervantes Torres”.

Alfonso Dávila indicó que revisó el artículo “Miguel de Cervantes quiso emigrar dos veces a América”, del catedrático de la Universidad de Florida, Krzysztof Sliwa, así como la “Crónica de la Nueva España”, del humanista español Francisco Cervantes de Salazar (1513-1575), que en su capítulo IV habla de los llanos de Soconusco, que considera inhabitables, montuosos, con habitantes inhóspitos y tierras maltratadas de los huracanes.

Francisco Salazar, dijo Dávila, falleció en 1575, pero antes mando su crónica en secreto a España, a custodia de sus sobrinas en Toledo, por lo que Cervantes pudo acceder al manuscrito entre 1585-1588, durante su periodo de vida en Esquivias y Toledo.

María de Peralta y Marina de Espinosa, hermanas y sobrinas de Francisco vendieron el manuscrito por 40 ducados a Antonio Heredia del Consejo de Indias y cronista del mismo, el 16 de octubre de 1597.

El manuscrito fue retirado del Consejo por el Conde Duque de Olivares, que lo conservó en su biblioteca, hasta que paso a poder de la Biblioteca Nacional de Madrid donde Francisco del Paso y Troncoso lo descubrió en 1909 y se lo comunicó al gobierno mexicano publicándose por primera vez en 1914.

“La crónica no habla de Cristóbal Colón y el descubrimiento de América, sino de las teorías de Platón, de las Atlántidas y de una teoría de la deriva de los continentes, diciendo que hace miles de años, los continentes estaban mucho más juntos y que había un conjunto de islas que existían más y que permitían el paso entre las distintas culturas”, concluyó Alfonso Dávila Oliveda.

nrv

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