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yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Guanajuato.—El doctor Juan Ramón de la Fuente habló de la melancolía y de la nostalgia en la vida de Miguel de Cervantes, pero también habló de la locura, del sueño de lo imposible, de la libertad que habita las aventuras caballerescas de Don Quijote de la Mancha. Sin embargo, no dejó de hablar de la actualidad, de la necesidad de reinventar el iberoamericanismo y de Donald Trump, sin nombrarlo.
“Yo sí creo que el iberoamericanismo tiene que revisarse, tiene que actualizarse porque la concepción tradicional de Iberoamérica debe cambiar, como casi todo ha cambiado, simplemente mientras no incorporemos al amplio territorio de La Mancha a los 40 millones de hispánicos que están en Estados Unidos y que se están ganando la vida honradamente con enorme esfuerzo a pesar de lo que digan algunos bufones, mientras no los incorporemos al territorio iberoamericano se nos está yendo una parte importante de ese mismo territorio. Hay que reinventar muchos aspectos del iberoamericanismo”, señaló.
Durante la conferencia magistral “El Quijote ¿Y su locura?”, dictada en el marco del programa conmemorativo de los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes que se realiza en el Festival Internacional Cervantino (FIC), el ex rector de la UNAM aseguró que si tuviera frente a sí a don Quijote, le diría: “Oye, qué falta nos haces sobre todo por lo que dijo Carlos Fuentes, porque tú creíste y todos necesitamos creer que la justicia es posible”.
El doctor de la Fuente señaló que la psicología de don Quijote rechaza las etiquetas, como las rechaza cualquier personaje literario complejo o multidimensional, como lo escribió Carlos Fuentes en uno de los mejores ensayos sobre el tema. “Don Quijote loco, dijo Fuentes, está loco no sólo porque ha leído lo que ha leído, también está loco por leer. Como caballero andante cree que la justicia es un deber y que la justicia es posible”.
En la conferencia donde De la Fuente dio detalles de la locura de don Quijote y de la búsqueda de la libertad y la justicia, afirmó:
“La locura de don Quijote es en todo caso el genio de un hombre capaz de crear a un personaje que cabe en lo más profundo de nuestro ser, que pone al descubierto lo maravilloso y lo contradictorio de la mente y que lo proyecta con extraordinario talento literario, es, en suma, el humanismo en su mejor expresión”.
El humanista y psiquiatra cerró su disertación sobre la locura, la melancolía y la nostalgia de don Quijote con una sentencia: “Acuso a don Quijote de ser un usurpador de la gloria inmortal de Miguel de Cervantes”.
