Famoso por el poemario Hojas de hierba y su Canto a mi mismo, el escritor estadounidense Walt Whitman es uno de esos ejemplos de que aún en un ambiente adverso se puede salir adelante haciendo lo que a uno le apasiona, en su caso, las letras.

A 197 años de su nacimiento, que se cumplirán este martes, Whitman es recordado como un tipo que hizo de todo para ganarse la vida antes de convertirse en poeta, ensayista, periodista y destacado humanista, cuya obra fluctuó entre el Trascendentalismo y el Realismo.

Nació en West Hills, condado de Suffolk, Nueva York, el 31 de mayo de 1819; siendo el segundo de ocho hijos, en una familia problemática donde hubo desde locos hasta hipocondriacos.

Tenía cuatro años cuando su familia se trasladó a Brooklyn, y allí estudió seis años en una escuela pública antes de convertirse en aprendiz en una imprenta, donde adquirió experiencia para su siguiente paso, dos años después, en Nueva York, donde trabajó como impresor.

Su incursión en el periodismo data de 1838 cuando publicó su debut en el Long Islander, de Huntington (donde fue reportero, impresor y hasta distribuidor del mismo), luego se mudó a Nueva York donde ejerció el periodismo y tras una breve estancia en Nuevo Orléans, regresó a Brooklyn para publicar otro diario.

Las cosas no iban del todo bien, así que a la par desempeñaba diversos oficios, incluido, dicen, el de constructor inmobiliario.

Es por esa época que comienza a escribir poesía muy distinta a los cánones de aquellos años.

Los conocedores de su obra consideran a Hojas de hierba, publicada en 1855, como su obra maestra. Aunque en algún momento la obra llegó a ser considerada obscena y hasta censurada; con el tiempo, sería el libro impreso más veces de cualquier poeta estadounidense.

"Canto a mí mismo" se convirtió en su poema emblema y quienes lo conocen coinciden en que “era la voz multiforme, contradictoria y persuasiva de Norteamérica misma, una proclama de autosuficiencia individual y colectiva, de exaltación vitalista, y una apuesta al igualitarismo y la democracia en tiempos en que la esclavitud era tema de discusión ardiente y acabaría siendo tema de guerra civil”.

Aunque hoy es un escritor reconocido, en aquel tiempo las cosas no fueron fáciles. Durante la Guerra de Secesión, Whitman asistió espiritualmente a soldados heridos en un hospital militar del bando norteño en la ciudad de Washington; luego, dicen, continuó trabajando para el gobierno hasta 1873, en que sufrió un ataque que le dejó una parálisis parcial.

Se marchó entonces a vivir con su hermano George en Camden (Nueva Jersey), hasta 1884, año en que compró su propia casa, donde se la pasó añadiendo poemas a Hojas de hierba, hasta su muerte, ocurrida el 26 de marzo de 1892.

Tenía 72 años y su funeral se convirtió en un espectáculo público. A las exequias acudieron más de mil personas en 3 horas, invadiendo su casa de flores y ofrendas.

Se sabe que en esa última etapa de su vida fue que escribió obras en prosa de gran calidad, como los ensayos Perspectivas democráticas (1871), que se consideran en la actualidad una exposición clásica de la teoría de la democracia y sus posibilidades.

sc

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