Una escultura de mármol de Auguste Rodin que permaneció 130 años en manos de una familia chilena será subastada en mayo en París, ciudad que también dedica una gran exposición al célebre escultor francés.

Con un precio estimado de entre 800 mil y 1.2 millones de euros (860 mil y 1.3 millones de dólares), Andrómeda, que representa la figura de la mitología griega tumbada sobre una roca, perteneció a la familia del diplomático chileno Carlos Morla Vicuña.

En 1888, Morla Vicuña, destinado en la embajada chilena en París, pidió a su amigo, Auguste Rodin (1840-1917), que realizara en mármol el busto de su esposa, Luisa.

La escultura fue expuesta el mismo año en el Salón Nacional de Bellas Artes, suscitando un entusiasmo tal que el Estado francés manifestó su interés en adquirirla.

Morla Vicuña aceptó ceder el busto, actualmente expuesto en el Museo de Orsay de la capital francesa.

Como muestra de agradecimiento, Rodin obsequió a la pareja chilena con la obra de Andrómeda, que permaneció en la misma familia durante cuatro generaciones.

Fue hallada recientemente "durante un inventario en un apartamento de unos descendientes en Madrid", explicó Bruno Jaubert, director asociado de Artcurial, a cargo de la venta.

La obra será expuesta al público en París, Bruselas, Viena, Milán y de nuevo la capital francesa, antes de su subasta, el 30 de mayo.

De 28 cm de altura y 30 de largo, representa a Andrómeda desnuda y dormida, tumbada sobre una roca y con la cabeza de perfil apoyada en un brazo. Pesa más de 20 kilos.

Existen cinco ejemplares de Andrómeda, tres de ellos conservados en museos (Museo Rodin de París, Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y Museo Rodin de Filadelfia). 
El cuarto fue subastado en 2006 en Nueva York por tres millones de dólares, según Jaubert.

En el centenario de la muerte de Rodin, París le dedica por otro lado una gran exposición en el museo Grand Palais, con unas 200 obras, entre esculturas y dibujos.

Destaca su obra más célebre, La puerta del infierno, inspirada en la Divina Comedia de Dante y las Flores del mal de Baudelaire, y en la que trabajó durante 20 años.

También figuran El pensador y El beso, trabajos clave de quien fue aplaudido en su época por "dar vida" a la escultura.

Rodin era además un "adorador de la mujer", con una visión audaz del cuerpo femenino. Su "erotismo era muy chocante en su época", según Catherine Chevillot, directora del museo Rodin de París, que alude a las esculturas Mujer agachada y Torso de Adele.

La muestra, del 22 de marzo hasta el 31 de julio, evidencia además la influencia de Rodin en otros escultores del siglo XX, como Giacometti, Jean Fautrier, Germaine Richier y Kooning.

sc

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